Cuando das a luz mucha gente te dice “ale, ahora a descansar y a disfrutar de tu bebé” y la verdad es que los días posteriores al nacimiento de un bebé son cualquier cosa menos descansados.

Además en los hospitales es absolutamente imposible descansar:

– entran en la habitación para ponerte el termómetro

– entran a traerte el desayuno

– entran a ver los puntos

– entran familiares, amigos, primos, tíos, primos lejanos, amigos de las abuelas…

– entran a traerte el almuerzo

– entran a cambiarte las toallas

– entran a traerte unas flores

– entran a traerte la comida

– entran a traerte la medicación

– entra el pediatra a ver al bebé

– entran, entran, entran…y el teléfono suena, suena, suena…

Por lo menos yo, en ninguno de mis partos he podido descansar en el hospital y en los dos, estaba contando las horas para volver a mi casa. Y aunque se agradecen los cuidados y las atenciones, al final acabas más que harta de estar todo el día en camisón, encontrándote tan cansada y dolorida y sin poder echarte una siesta.

A todo esto, hay que sumarle que acabas de ser madre y tu cuerpo se convierte en una montaña rusa hormonal, pasas de la euforia al llanto en un segundo y además tienes que asumir el nuevo rol de madre, que al principio, puede ser complicado.

Por otra parte, unido al cansancio y al agobio, siempre aparecen algunas dudas y entonces es cuando todo el mundo te dice lo que “tienes que hacer”. Losconsejos bienintencionados son constantes cuando acabas de dar a luz, ya que todo el mundo da por sentado que tú no sabes nada…y aunque sea cierto, los demás deberían dejarte aprender de la mano de tu bebé.

Aunque también hay cosas buenísimas los primeros días tras el parto, conoces a la personita más importante de tu vida, por fin puedes verle la carita y cogerle la mano, puedes oler su piel, puedes alimentarlo y sentirte unida a él, son los primeros días de tu nueva vida, te sientes mucho más unida a tu pareja y compartes con él tus nuevas sensaciones…

En fin, desde luego no te aburres durante los primeros días tras el parto 🙂

¡Nacho, bienvenido al mundo! ¡Felicidades Marina y David!