En mi casa somos tres Pilares: mi madre, mi hija y yo. Y no somos cuatro porque mi yaya Pilar falleció hace años (mucho antes de nacer mi hija Pilar), pero vamos que cuando ella vivía tambien éramos tres Pilares 🙂

La celebración de nuestro santo siempre es un evento familiar importante; y no por el tema religioso, porque en mi familia no somos muy devotos que digamos (más bien todo lo contrario jeje) es algo…distinto. Simplemente celebramos que es el día que lleva nuestro nombre y que además es fiesta.

Cuando yo era pequeña pensaba dos cosas curiosas con respecto a mi nombre:

1. Que era un nombre raro y no lo llevaba casi nadie

2. Que cuando era el santo de los demás niños, también era fiesta y podían celebrarlo en familia

Cuando ya crecí me di cuenta de que estaba completamente equivocada en las dos cuestiones, puesto que mi nombre es nada menos que la patrona de España, asi que muy raro no es 🙂 y además, no todos los niños tenían la suerte de que su santo fuera fiesta y no tener que ir al cole.

Ayer fue nuestro día, el de las tres. Mi hija Pilar ya va a cumplir seis años y ya lo está empezando a disfrutar y está encantada con comer en familia para celebrar el día que se llama Pilar.

Ayer comimos en familia como siempre, lo pasamos bien como siempre, tuvimos un ramo de rosas de parte de mi padre como siempre y nos acostamos con una sonrisa como siempre.

Es genial llamarse Pilar y tener esta suerte…¡felicidades a todas las Pilares que ayer pasaron un día tan estupendo como yo!