Otro viernes más continuamos con la sección “El viernes…la psicóloga responde en Maternidad Continuum” con Mónica Serrano.

Os recuerdo que si queréis que Mónica responda alguna consulta, sólo tenéis que mandarla a maternidadcontinuum@gmail.com Para ver el post donde se dan todas las indicaciones entrad aqui.

Mónica Serrano Muñoz Psicóloga Infantil. Especialista Psicóloga Perinatal, especialista en maternidad, la crianza con apego y en acompañamiento durante la maternidad. Para un asesoramiento más amplio, podéis contactar con ella escribiendo a psicologa@bambulah.es Puedes ver los servicios de asesoramiento que ofrece aqui y puedes leer sus artículos en el blog http://psicologiaycrianza.blogspot.com.es/

Pregunta

Hola buenas,

He descubierto tu blog hace poquito (de manos de Vía Láctea) y todavía estoy alucinando. Me parece muy bueno y poco a poco voy revisando temas antiguos.

Lo que más me ha llamado la atención es la consulta psicológica, quizás por estar en uno de esos momentos de la crianza en los que te planteas ciertas cuestiones en las que no tienes a quién recurrir.

Es decir, en mi caso no tengo una pregunta concreta sino más bien una petición de asesoramiento con una situación.

La cuestión es la siguiente: yo soy nacida en Zaragoza, y como tal tengo a toda mi familia allí. Mi marido es nacido en Nájera, con toda su familia allí.

Cuando nació mi hijo, Gabriel, mi marido aprobó unas oposiciones en Aragón y nos mudamos a Borja (a mitad de camino casi casi entre ambas) cuando el niño tenía tres meses.

Los dos primeros años han transcurrido sin ningún incidente (yo creo que porque el niño era pequeño) salvo los viajes de aquí para allá para ver a al familia.

El “problema” surge este año (que tiene 2 años y medio), cuando Gabriel ya va teniendo más conciencia, más autonomía, y más criterio de selección. Y es que no tiene ningún problema en viajar cuando se trata de ir a Zaragoza o a Nájera, donde está con sus abuelos, primos, tíos y amigos en general; pero como le digas que vamos a Borja, se lleva unos berrinches… y es que allí no tenemos relación con nadie, sales al parque y no hay niños… vamos que está las 24 horas del día conmigo y con su padre cuando no está trabajando.

Estando en Borja no quiere salir a la calle, no se despega de mí, se vuelve más contestón y desobediente, no controla esfínteres (o no los quiere controlar, a modo de protesta)… vamos que es otro niño.

Estando en Nájera mejora bastante, aunque le cuesta despegarse de mí más que antes del verano, cuando iba y venía con cualquiera de la familia sin preocuparse de mi paradero cada cinco segundos.

Al principio pensábamos que se adaptaría, pero ya llevamos 4 meses casi 5 y no tiene pinta de mejorar sino más bien todo lo contrario. Por lo que nos estamos planteando la posibilidad de volvernos a casa mi hijo y yo y dejar al padre trabajando que vaya y venga los fines de semana.

Y esa es la cuestión, que no sabemos muy bien hacia dónde tirar, ni cómo ayudar a Gabriel a que no lo pase tan mal…

Muchas gracias de antemano, y un saludo.


Respuesta

Estimada amiga, Te agradezco que compartas con nosotras tu situación.

La cuestión que planteas es muy interesante, pues nos pones sobre la mesa los cambios de actitud de tu hijo ante una situación que no ha variado. Como bien dices en tu pregunta, este cambio de actitud se debe a que tu hijo ya es más mayor.

[pullquote]este cambio de actitud se debe a que tu hijo ya es más mayor[/pullquote]

Concretamente, los ámbitos del desarrollo responsables de este cambio de actitud de tu hijo son el afectivo y el social.

A la edad de tu hijo (2 años y medio), se está produciendo una evolución muy importante a nivel afectivo y de desarrollo de la personalidad.

Hacia los 2 años de edad se sitúa el final de la etapa puerperal. El fin de puerperio lo marca la capacidad del niño de percibirse a sí mismo como un ser separado de su madre. Hasta ese momento, el niño se percibía como una parte indisoluble de su madre. Sus percepciones y emociones estaban canalizadas por la relación con su madre.

[pullquote]en torno a los dos años, el niño comienza a percibirse como un ser único[/pullquote]

Sin embargo, en torno a los dos años, el niño comienza a percibirse como un ser único. Esto tiene muchas implicaciones, pues comienza a desarrollar su identidad personal como ser separado y necesita autoafirmarse. De esta manera, surgen los primeros conflictos porque el niño comienza a oponerse a los deseos de sus padres como estrategia de autoafirmación. Asimismo, el niño comienza a expresar lo que desea y a tratar de conseguirlo.

En el caso de tu hijo, está comenzando a manifestar su malestar por estar en Borja y su deseo o preferencia por estar en otra ciudad. Es normal que ahora lo exprese y antes no, atendiendo a su desarrollo afectivo.

Por otra parte, con dos años y medio, tu hijo está en una etapa de desarrollo social que se caracteriza por la necesidad de ampliar su círculo de relaciones sociales.

Los bebés más pequeños necesitan relacionarse y vincular con sus figuras de apego. En primer lugar con la madre y el padre y, después, con abuelos y familiares cercanos. Son relaciones con adultos que le garantizan el cuidado y la seguridad que necesita.

[pullquote]Hacia los tres años, los niños ya están preparados para establecer relaciones con sus iguales[/pullquote]

Hacia los tres años, los niños ya están preparados para establecer relaciones con sus iguales. Necesitan y desean comenzar a relacionarse con otros niños, pues están en una fase de su desarrollo en la que esto es importante para su evolución personal, el desarrollo de su identidad y la adquisición de nuevas habilidades sociales y emocionales.

Por todo esto, mi consejo ante la situación que planteas es que trates de proporcionar a tu hijo experiencias en las que pueda desarrollarse personal y socialmente. Si en el lugar en el que residís esto no es posible, te invito a que busques alternativas en localidades vecinas, por ejemplo. Tal vez encuentres una ludoteca, un centro cívico o alguna asociación en a la que poder asistir con tu hijo.

Así pues, en mi opinión, debes centrar la cuestión en cómo proporcionar a tu hijo este tipo de experiencias favorecedoras de su desarrollo en el entorno en el que vives.

Asimismo, sería interesante contemplar la alternativa de visitar los fines de semana al resto de la familia en las ciudades en las que viven para posibilitar y fomentar las relaciones de tu hijo con los abuelos y demás familiares y, a la vez, salir del entorno en el que vivís que, al parecer, os está resultando ciertamente limitado.

No obstante, la decisión de mudarte a otra localidad es una cuestión muy personal que debes valorar en familia.

Espero haberte ayudado con mi asesoramiento. Quedo a tu disposición para cualquier otra cuestión que quieras plantearme en el correo psicologa@bambulah.es.

Un abrazo fuerte,

Mónica.