En mi casa adoramos leer.

Tanto mi marido como yo disfrutamos mucho leyendo y el placer de la lectura es algo que nos gusta inculcar en nuestras hijas, así que desde bien pequeñitas hemos dedicado bastante tiempo a leer cuentos juntos y a leer libros en voz alta porque pensamos que esa es una buena manera de hacer que la lectura sea placentera desde la infancia.

Tener una buena colección de libros y organizar un buen rincón de lectura, también puede incitar mucho a la lectura de los niños más reacios.

Imagen del blog Madrid, Martina & Myself

En internet cada día veo nuevos lugares fantásticos para leer, decorados hasta el más mínimo detalle y con un encanto especial (podéis sacar ideas para un rincón de lectura estupendo de este post de Beatriz Abellán).

Estanterías hechas con especieros de Ikea colocadas a la altura de los niños para que les apetezca leer los libros que ahí están y decoración minimalista para un rincón de lectura apacible.

Sin embargo esa solución no vale para mi. Primero porque tenemos demasiados libros para colocar en esas estanterías tan bonitas y segundo porque yo tengo mi sistema secreto para que cualquier rincón de la casa pueda ser un rincón de lectura: la cesta de cuentos.

Cesta de cuentos

La cesta de cuentos me recuerda a la cesta de los tesoros de Montessori, no sé si conoces el concepto pero básicamente se trata de colocar objetos interesantes para los niños en una cesta y colocar la cesta en el suelo a su altura. Inmediatamente los niños empiezan a sacar las cosas de la cesta y se ponen a jugar con ellas.

Con la cesta de cuentos pasa exactamente lo mismo. En cuanto la sacas y la pones en el suelo, los niños se ponen a leer cuentos inmediatamente, es automático.

Se produce como una especie de magia en la que los niños se interesan por los libros que están en la cesta, escogen su favorito para ese momento en concreto y se ponen a leer.

A veces quieren que leas cuentos con ellos y está genial hacerlo porque los momentos de lectura familiares son momentos maravillosos que siempre permanecerán en la memoria del niño.

Mis cestas generalmente están en la estantería y mientras están ahí no generan tanta expectación, pero en cuanto las pongo en el suelo todo cambia.

[Tweet “Cuando sacas la cesta de cuentos es automático, todos los niños se ponen a leer.”]

Y cuando mis hijas invitan amigos a casa usamos mucho las cestas de cuentos porque siempre tienen éxito entre los más pequeños.

Algo tan sencillo y divertido al mismo tiempo ¿verdad?

¿Necesito algún material especial?

Sólo una cesta (o dos como en mi caso) y unos cuentos para poner dentro.

Es conveniente colocar la cesta en una alfombra cálida o en algún suelo que no sea frío, porque a veces los niños pasan mucho rato leyendo.

También es interesante cambiar de vez en cuando los cuentos para que no sean siempre los mismos, pero no es imprescindible porque de hecho los pequeños muchas veces quieren leer siempre las mismas historias y que se las contemos de la misma manera.

¿Qué cuentos poner dentro?

Cuentos adecuados para su edad y acordes a sus preferencias.

Hay niños que prefieren los cuentos ilustrados hasta bien mayores, hay otros que ya van pidiendo historias, otros adoran leer libros de temas científicos o libros pop up.

Puedes ver mi recomendaciones de libros para niños de 2-3 años aquí, para niños de 4-6 aquí y para niños de 7-9 años aquí.

Y ya está. Así de simple y así de efectivo.

¿Qué te parece la idea de la cesta de cuentos? ¿la conocías? dímelo en los comentarios.