He tenido el gran honor de entrevistar a Ramón Soler de la página Mente Libre. Os aconsejo poneros cómodos para leer esta entrevista porque vale la pena realmente.

Ramón Soler. Psicólogo, especialista en psicología infantil y perinatal, así como en autismo e hipnosis clínica, y experto en Terapia Regresiva Reconstructiva (www.regresionesterapeuticas.com). Ramón tiene su consulta en Málaga y,  junto a su compañera Elena Mayorga Toledano, escritora y especialista psicología de la mujer, escriben y dirigen la revista Mente Libre

Ramón, háblanos un poco de ti, de tu trabajo ayudando a las personas desde tu consulta en Málaga y de las técnicas que empleas para ello.

Desde que era muy niño, he sabido que quería dedicarme a ayudar a otras personas. Cuando era pequeño, quería ser médico, pero comprobé que no me llevo bien con la sangre, de modo que me decanté por otro tipo de medicina, la del alma. Estudié psicología y, desde entonces, he seguido formándome, siempre buscando la manera más eficaz y definitiva de ayudar a mis pacientes a solucionar sus problemas.

Desde hace casi diez años, la mayor parte de mi trabajo se centra en la TRR (Terapia Regresiva Reconstructiva). Utilizando técnicas de respiración y relajación, mis pacientes alcanzan un grado medio de hipnosis en el que, sin perder la conciencia, pueden conectar fácilmente con las emociones relacionadas con su problema actual y con recuerdos de su infancia en los que se gestaron los patrones de comportamiento negativos que aún les afectan en su presente. Pueden llegar a recordar situaciones, aparentemente olvidadas, de sus primeros años de vida e, incluso, de su nacimiento o de su vida uterina.

Con el paso de los años, comprobé que el origen de la mayoría de los problemas de mis pacientes se encontraba en experiencias sucedidas antes de cumplir los 6 ó 7 años. Me di cuenta de que, si queríamos prevenir los problemas de los adultos, teníamos que centrarnos en el cuidado físico y emocional de la primera infancia y de la etapa primal (desde la vida uterina hasta más o menos los dos años). Poco a poco fui investigando y especializándome en esa etapa tan crucial para el futuro desarrollo de la personalidad.

En la actualidad, sigo trabajando con adultos mediante la Terapia Regresiva, pero también atiendo a mujeres embarazadas que quieren sentir y potenciar el vínculo con sus bebés, y a madres en pleno puerperio que desean realizar una limpieza emocional de sus patrones negativos que le afectan negativamente en su vida y en la crianza de sus hijos. También trabajo con niños, pero siempre analizando las dinámicas familiares e implicando a todos en el proceso de cambio.

Además de tu consulta, aportas artículos con información muy valiosa en tu página Mente Libre ¿Nos puedes explicar un poco más el tipo de información ofreces en tu página y a quien va dirigida?

La idea del blog Mente Libre surgió como una manera de difundir las conclusiones a las que iba llegando gracias a mi experiencia en la consulta y a todo lo que íbamos leyendo y aprendiendo sobre psicología infantil. Está dirigida tanto profesionales como a padres y madres que quieran acompañarnos en el apasionante descubrimiento de la complejidad de la mente humana.

Tanto mi mujer, Elena Mayorga (escritora y especialista en TRR) como yo, aportamos artículos sobre psicología, embarazo, puerperio, crianza, etc.

También tenemos un apartado de “cuentos para pensar” con breves cuentos y poemas que creamos para meditar sobre diferentes aspectos de la psicología o la infancia. Además, los visitantes de mentelibre.es pueden descargarse gratuitamente un podcast en el que he grabado una relajación guiada para ayudar a conciliar el sueño por la noche. Tenemos previsto grabar otras relajaciones centradas en otros aspectos como el manejo adecuado de la ansiedad o la focalización y el control del pensamiento.

En tu página tienes varias series de artículos muy interesantes. Una de ellas habla sobre el maltrato infantil y “los cachetes” que muchos padres no consideran maltrato ¿Nos puedes dar unas pinceladas sobre esto?

Desgraciadamente, educar a los hijos con cachetes es una práctica tan generalizada que la mayoría de las personas lo considera como algo normal. Sin embargo, que se tenga por normal, no significa que sea bueno o que no tenga efectos secundarios contraproducentes.

Hoy en día, está sobradamente demostrado que los niños y niñas que han sido criados mediante azotes, tienen más posibilidades de desarrollar problemas psicoemocionales en su vida adulta (agresividad, inseguridad, depresión, adicción a distintas sustancias, etc.). Sin embargo, a pesar de que ya está demostrado el efecto negativo de los cachetes, muchos padres (e, incluso, muchos psiquiatras, psicólogos, médicos o jueces) siguen justificándolos con las más variopintas excusas.

En mi opinión y en la de muchos expertos que saben mucho más que yo sobre la violencia en la infancia, lo que esconden estas justificaciones es un miedo tremendo a enfrentarse a los maltratos recibidos en la propia infancia. Es más fácil aseverar, en contra de todas las pruebas científicas, que los cachetes no tienen ningún efecto en los niños que asumir que ellos mismos fueron maltratados por sus padres cuando eran pequeños y, además, que éstos no tenían ningún motivo para hacerlo.

También has escrito varios artículos sobre los métodos conductistas para “enseñar” a dormir a los bebés solos en sus cunas (como el Estivill o el Ferber) ¿Cuál es tu opinión profesional sobre este tipo de métodos?

El sueño es un proceso natural, progresivo y madurativo que no necesita ser enseñado. Los bebés saben dormir ya desde el útero materno. Lo que debemos entender es que su ritmo de sueño es distinto al de los adultos y que necesitan un tiempo para adaptarse al tipo de sueño comúnmente establecido en nuestra sociedad. Por norma general, los niños tardan varios años en dormir toda la noche seguida; mientras tanto, es totalmente normal que se despierten varias veces y que llamen a sus padres para sentirse seguros. Pretender que los bebés duerman 8 seguidas es algo antinatural y tan absurdo como si quisiéramos que anduvieran a los 3 meses o que controlaran esfínteres antes de los dos años.

Los famosos métodos para enseñar a dormir como el Ferber o el Estivill, no son más que formas de adiestrar a los niños y forzarles a reprimir su instinto natural de llamar a sus padres cuando se encuentran solos en la cuna. En mi consulta, mediante la hipnosis regresiva, muchos de mis pacientes han revivido situaciones parecidas a las que viven estos niños y he comprobado que el miedo, la soledad y el desamparo que sienten en esos momentos son demoledores. Al final, tras darse cuenta de que nadie acude a acompañarles, terminan por sucumbir, se repliegan sobre sí mismos y se duermen para economizar sus recursos energéticos. Es en esos momentos cuando comienzan a gestarse patrones de comportamiento que marcarán la forma de enfrentarse a la vida cuando ese niño llegue a adulto.

En mi opinión, este tipo de métodos de adiestramiento son una apología del maltrato infantil. Aunque consigan que el niño se calle y se duerma solo en su cuna, no tienen en cuenta los graves efectos secundarios que esto puede ocasionar. En la crianza de los hijos, el fin no justifica los medios y no todo vale para conseguir los objetivos que los adultos deseamos.

¿Por qué crees que tienen tanto éxito entre los padres y hay tantas personas que los aplican (los métodos conductistas para dormir)?

El gran negocio de Ferber, Estivill y otros pediatras y psicólogos consiste en crear un problema allí donde no lo hay para, a continuación, ofrecer una solución sencilla y, aparentemente, inocua. En una gran campaña de marketing, sustentada por los medios de comunicación, estos personajes hablan del “insomnio infantil debido a malos hábitos” como si fuera algo habitual en la mayoría de los niños. En realidad, el sueño es un proceso madurativo natural que no necesita ser enseñado y los pocos casos de insomnio infantil se deben a problemas neurológicos. Simplemente no existe el llamado insomnio debido a malos hábitos, es una mera invención con el objetivo de vender libros.

Estos métodos tienen tanto éxito porque se aprovechan de la debilidad y el cansancio propio de los padres que tienen un bebé pequeño que, como es natural, se despierta varias veces durante la noche. Les prometen una solución mágica a sus “problemas” y les aseguran que el niño dormirá, sin protestar, toda la noche seguida. Lo que adecuadamente olvida el Sr. Estivill es advertir sobre las posibles consecuencias de su método para la futura salud emocional de los niños.

Además de los artículos tan interesantes que publicas, también ofreces otros servicios a tus lectores como cursos y talleres ¿nos puedes explicar cuáles?

Hemos conseguido reunir un equipo de estupendas profesionales procedentes de distintos campos (terapias psicológicas y psicoemocionales, biología, acompañamiento como doulas, arteterapia (escritura, pintura, canto), etc.), con las que hemos organizado una serie de talleres monotemáticos sobre distintos aspectos de la crianza que preocupan a padres y madres. Son talleres holísticos en los que combinamos la teoría con consejos prácticos y con la posibilidad de realizar ejercicios de relajación y visualización, guiados por mí.

Además, también tenemos varios talleres dedicados a la psicología de la mujer, tan diferente y olvidada por el conductismo y el psicoanálisis. En algunos de estos talleres, nos centramos en la maternidad y en sus procesos. Son talleres muy innovadores y de gran efectividad pues realizamos inmersiones de fin de semana en los que las Mamás se reencuentran con ellas y sueltan mucho lastre emocional.

En breve publicaremos un calendario con todos los talleres y jornadas que tenemos previsto realizar este año. Aunque ya te puedo adelantar que en Septiembre, empezaremos con un taller sobre el sueño infantil: Durmiendo Felices (en Málaga y Marbella).

¿Qué consejos le darías a una madre que ha empleado métodos conductistas o autoritarios y quiere cambiar por el bien de sus hijos?

Muchos padres y madres entran en contacto con la crianza respetuosa cuando ya han tenido varios hijos y se dan cuenta de los daños que han podido ocasionarles por el desconocimiento o por el efecto de sus propias infancias restrictivas y autoritarias. Cuando se dan cuenta de la influencia negativa que tienen los castigos o los azotes sobre la personalidad de los niños, es habitual que aparezcan sentimientos de culpa y se reprochen a sí mismos por no haber cambiado antes de actitud.

Ante todo, lo que quisiera transmitirle a esas madres es tranquilidad. El cerebro de los niños además de ser muy plástico, está en constante crecimiento, por lo que siempre se pueden compensar los daños que se hayan podido producir. El contacto físico, las caricias o la lactancia materna, pueden ayudar a superar los efectos de unas primeras experiencias dolorosas. Esta puede ser una buena manera de empezar a cambiar.

Además, si queremos consolidar los cambios que deseamos en la relación con nuestros hijos, es imprescindible revisar nuestra propia historia y liberarnos de las falsas ideas que nos inculcaron de pequeños. Cosas como que no hay que mimar a los niños para que no se malcríen o que, como la vida es dura, hay que prepararles para afrontarla mediante castigos y represiones, son mitos erróneos que no tienen ningún fundamento científico. Debemos ser capaces de cuestionarnos todas las ideas preconcebidas sobre educación para poder conectar de manera mucho más potente con nuestro instinto y dejarnos guiar por él.

Últimamente estás hablando de la re-evolución ¿Nos explicas un poco en qué consiste?

La grave crisis que estamos atravesando nos muestra que el sistema económico actual, basado en el capitalismo salvaje, donde unos pocos se enriquecen a costa del hambre de los demás, no puede continuar por este camino. Estamos asistiendo al final de la era del patriarcado, del egoísmo y la codicia.

Cada vez se hace más patente la necesidad de un cambio de paradigma, de una revolución. Sin embargo, muchos pensamos que esta revolución no debe ser violenta, sino pacífica y pausada. El mundo debe girar hacia la empatía y la cooperación libre de intereses egoístas. Este cambio es el que se está promoviendo a través de las redes sociales, con un interés cada vez mayor por la crianza apegada y respetuosa de nuestros hijos. Los niños que crecen con todo el cariño que necesitan serán adultos menos egoístas, más empáticos y más colaborativos.

La esperanza para la Humanidad es que nuestros hijos, a su vez, críen a sus hijos con respeto cariño. De esta manera, generación tras generación, la empatía y la generosidad se irán imponiendo al egoísmo y la avaricia. Como decía antes, este cambio no será rápido y serán necesarias decenas de años o, incluso, siglos para que el nuevo paradigma político y económico se instaure, pero creo que es la única alternativa que nos queda. Hemos llegado casi a la explotación total de los recursos de nuestro planeta y, si queremos seguir viviendo en él, no podemos continuar por este camino.

¿Cuáles son tus proyectos de futuro?

Además de continuar pasando consulta en Málaga y de los diversos talleres que comentaba anteriormente, también estoy participando en un libro cooperativo sobre crianza respetuosa y, junto a mi mujer, tenemos otro en proyecto sobre mucho de lo que hemos estado aquí hablando.

¿Alguna cosa más que nos quieras comentar?

Creo que sólo me resta agradecerte la oportunidad que me has ofrecido de participar en tu blog y poder llegar a todos tus lectores.

Por nuestra parte, tanto Elena Mayorga como yo, continuaremos con nuestro trabajo en mentelibre.es para seguir cuidando de la infancia y denunciando cualquier tipo de maltrato hacia los niños. Esperamos aportar nuestro granito de arena que ayude a mejorar el mundo que le dejamos a nuestros hijos.