Alrededor de los dos años, los niños pasan por una etapa en la que no quieren vestirse y se resisten con fuerza. Esto puede llegar a ser un problema, sobretodo si tienes prisa por las mañanas o tienes que llegar a tiempo a algún sitio.

Puede ser una etapa un poco desesperante, pero en realidad, significa que los niños quieren ser independientes de sus padres y esta es una de las cosas que más utilizan para reafirmarse, así que no queda más remedio que aceptarlo con resignación y a ser posible, con buen humor.

Además, a los niños no les suelen gustar las transiciones y si están jugando en pijama no les apetece dejar el juego para ir a vestirse, es bastante comprensible.

Mis dos hijas han pasado por esta etapa y creo que hemos podido superarla sin demasiados dramas, con mucha paciencia por mi parte y bastante empatía.

¿Qué se puede hacer para que se vista?

Todas las personas aceptamos mejor las órdenes si nos las dan con cariño, así que es mejor pedirle al niño que se vista con respeto y amor.


Levantarse antes: las prisas son muy malas para estos momentos porque cuanta más prisa tienes, menos ganas de vestirse tienen tus hijos, así que es mejor levantarse un poco más pronto, vestirse tranquilo y no empezar el día discutiendo

Dejarle decidir su ropa: ¿de verdad es tan importante si no combina bien los colores? ¿si tu hijo se ve guapísimo con una camisa y unos pantalones de chándal hace daño a alguien? en realidad sólo atenta contra la moda y el buen gusto, pero si eso os evita discusiones mañaneras ¿por qué no hacerlo?

Yo con mis hijas tengo un trato, ellas pueden decidir su ropa siempre que sea adecuada al clima (no pueden usar bufanda en verano por ejemplo) y que respeten las ocasiones importantes en las que yo decido su ropa, como en bodas y comidas familiares.

A veces van hechas un cuadro, sobretodo la mayor que tiene unos gustos un tanto especiales, pero ellas van felices 🙂

Preparar la ropa el día anterior: Para no ir corriendo y no agobiarse. Y si el niño puede decidir lo que se va a poner, mucho mejor. Así se sentirá responsable de la decisión y querrá colaborar.

Jugar a las cosquillas: un truco muy efectivo es ponerle humor al asunto. Si tu hijo no se quiere vestir y empiezas a hacerle cosquillas, seguramente dejará que le vistas después de unas buenas risas.

Jugar al corre que te pillo: y cuando la mamá pilla al niño, éste se debe dejar vestir, ese es el trato. Es una situación parecida a la de las cosquillas, porque de buen humor los niños tienen más ganas de colaborar.

Hacer una carrera a ver quién se viste antes: Esta es una de las cosas que mejor funciona en mi casa. Mis hijas se parten de la risa cuando jugamos a esto porque yo lo adorno un poco y me pongo a cantar la canción de Benny Hill ¿os acordáis de esta serie? pues al final siempre salía una canción muy graciosa en la que todos iban corriendo a cámara rápida, no sé que tiene pero mis hijas se ríen muchísimo con ella.

Aqui la tenéis por si no la conocéis: Canción Benny Hill

A grandes males…

Alguna vez he sacado de casa a mis hijas en pijama para ir al cole…y al verse en la calle en seguida han querido vestirse en el coche.

Incluso una vez que mi hija pequeña no quería vestirse de ninguna manera, nos fuimos de visita a los abuelos con la niña en braguitas! jejeje a ella no le importó y creo que a los abuelos tampoco 🙂

¿Y vosotros cómo lo resolvéis cuando vuestros hijos no se quieren vestir?