Ayer 19 de noviembre fue el Día Mundial de Prevención del Abuso del Niño, precisamente el día anterior al 20 de noviembre que es el Día del Niño.

El tema de los abusos sexuales a los niños es tan terrible que muchas veces preferimos pensar que no existen o que es un tema minoritario que “sólo les pasa a otros”, pero lo cierto es que los datos son escalofriantes ya que el 20% de los adultos han sufrido abusos durante su infancia y entre los abusados, casi el 80% son niñas y el resto niños.

Si, si, habéis leido muy bien…el 20%…

Asimismo, en la mayoría de los casos el abusador es una persona conocida por el niño: familiar, amigo, monitor, cuidador…

Algunos mitos

Hay algunos mitos sobre el abuso sexual infantil que ayudan a invisibilizarlo propiciando que sigan ocurriendo (extraidos de la Guia Basica para la Prevencion de Abusos de la ONG  Chilena Paicabi):

– El Abuso Sexual es sólo cuando ocurre una violación o penetración por parte del abusador/a. Falso: El término Abuso Sexual implica una serie de conductas de tipo sexual que se realizan con un niño o niña, dentro de las cuales se encuentra la violación, existiendo una serie de otras formas de abuso, todas ellas  consideradas como Abuso Sexual.

– El Abuso Sexual Infantil es poco frecuente o no existe. Falso: El Abuso Sexual Infantil constituye una forma de maltrato infantil altamente frecuente en nuestra sociedad. No obstante, el mismo temor de los niños y niñas víctimas para desvelar la situación, así como las aprehensiones de los padres o cuidadores al sospechar de una situación de abuso, hacen que los casos que se denuncian aún constituyan un porcentaje menor, comparado con el universo total de casos afectados por esta problemática, sospechándose la existencia de una gran cifra negra de casos de Abuso Sexual no detectados.

– Los Agresores Sexuales son enfermos mentales. Falso: La presunción que detrás de cada agresor/asexual existe alguna patología psiquiátrica que explique su conducta abusiva es errónea. La mayoría de los abusadores/as sexuales, si bien presenta algún tipo de trastorno psicológico a la base, realiza los abusos en conciencia sin ningún estado de enajenación mental propio de alguna patología psiquiátrica, evidenciando incluso una adaptación normal al resto de los ámbitos de su vida.

– Los Abusos Sexuales son fáciles de detectar. Falso: La creencia de que un caso de Abuso Sexual se detecta rápidamente es errónea. Múltiples son las razones que dificultan la identificación del abuso, tales como: miedo del niño o niña a castigos, amenazas del abusador/a hacia el niño o niña, creencia del niño o niña de que no le van a creer o lo van a culpar de lo sucedido, y tal vez la más importante es que como adultos no estamos preparados para hacerle frente a una realidad como esta, resultándonos más simple pensar que no esta sucediendo realmente, que no vemos lo que vemos, que debe ser un error lo que sospechamos, o que simplemente estamos exagerando al sospechar (de hecho se cree que un niño tiene que contar a sus padres 7 veces el abuso para que le crean).

– Los niños o niñas generalmente mienten cuando señalan que están siendo víctimas de algún
abuso. Falso: La conducta más natural de los niños o niñas es decir la verdad cuando algo les afecta o les está haciendo daño, la mentira que si bien se puede dar en otros ámbitos o situaciones de la vida de un niño corresponde más bien a la fantasía. La probabilidad de que un niño o niña llegue a elaborar como fantasía una situación de Abuso Sexual es bajísima, por lo tanto cuando un niño o niña nos denota que algo así le ha ocurrido, lo más probable es que estemos ante una situación de abuso real.

– El Abuso Sexual Infantil ocurre sólo cuando hay pobreza. Falso: El Abuso Sexual Infantil ocurre en todas las clases sociales y todos los estratos socioculturales. Lo que sucede es que en clases con mayores recursos económicos se tiende a ocultar aún más la situación, produciéndose menos denuncias a instancias públicas o privadas.

– El Abuso Sexual es provocado por la víctima. Falso: Cualquier conducta del niño o niña que ha sido víctima de una situación de abuso puede ser entendida por el agresor/a como una provocación, como una forma de justificar su propio comportamiento. Por lo tanto tras esta creencia se encuentra sólo un intento de culpabilizar a la víctima de su propio comportamiento abusivo.

– El Abuso Sexual Infantil ocurre en lugares solitarios y en la oscuridad. Falso: La mayor parte de los Abusos Sexuales cuyas víctimas son niños o niñas son cometidos por personas conocidas y por tal generalmente ocurre en espacios familiares dentro de su entorno y a cualquier hora del día.

– Los Abusos Sexuales afectan a niños o niñas mayores o adolescenes. Falso: Los Abusos Sexuales pueden afectar a niños o niñas de diversas edades, siendo el grupo más vulnerable los niños o niñas menores de 12 años, encontrándose casos de niños y niñas abusados sexualmente incluso en rangos menores a los 2 años de edad.

Sintomas

Cuando un niño sufre abusos puede sufrir alguno o todos estos síntomas:

– Físicos: dolor o sangrado en los genitales, infecciones recurrentes, picazón, inflamación, dolor al sentarse o al andar…

– Lavado excesivo de los genitales

– Miedo a alguna persona en concreto

– Rechazo de muestras de afecto que antes eran aceptadas

– Pesadillas, miedos, terrores nocturnos, miedo a la oscuridad…

– Muestra de conocimientos sexuales impropios de su edad o de las expresiones utilizadas en el entorno familiar

– Retroceso en su comportamiento (como si fuera más pequeño)

– Negarse a que los vean desnudos

– Falta de concentración, disminución del interés por la escuela de manera repentina

– Fugas del domicilio

– Miedos, fobias, depresión…

¿Podemos hacer algo?

No soy experta en este tema, me horroriza tanto que intento no leer ni siquiera las noticias que tienen que ver con el abuso infantil, pero si creo que debemos intentar explicar a nuestros hijos que su cuerpo es suyo y de nadie más, que nadie puede obligarles ni tocarles de ninguna forma que no les guste y que si esto ocurre nos lo deben contar, a pesar de las amenazas que hayan recibido.

Pienso que si nuestros hijos confían en nosotros lo suficiente y nosotros les creemos cuando nos hablan, se sentirán más seguros para decir NO o para denunciarlo si no se puede evitar.

¿Y vosotros qué pensáis? ¿Podemos hacer algo?