Lo primero que le explican a cualquier reciente mamá es que los bebés deben alimentarse a demanda, da igual si lo hace el pediatra, la enfermera o si la mamá lo lee en un libro, el término “a demanda” se repite por todas partes.

Algunas personas confunden el significado de la alimentación a demanda, como el pediatra que vio a mi hija pequeña en el hospital cuando nació y me dijo “el pecho se lo das a demanda cada tres horas y sólo diez minutos de cada pecho, que si no te usará de chupete”.

Aviso para navegantes: eso no es a demanda y este pediatra obviamente no está actualizado ni en lactancia materna ni en lactancia con biberón (que también se da a demanda).


A demanda significa que el bebé come cuando quiere y la cantidad que quiere. Es decir, que si tarda tres horas en pedir teta fantástico, pero si tarda media hora desde que mamó hay que darle otra vez. Y si suelta el pecho a los dos minutos no le obligamos hasta que cumpla diez minutos en el pecho, igual que si quiere succionar durante media hora le permitimos hacerlo.

¿Por qué es tan importante que los bebés se alimenten a demanda?

Por varios motivos:

Para aprender a autorregularse: la sensación de hambre y saciedad vienen determinadas por unas hormonas y los bebés deben adaptarse a ello después de nacer, ya que en la tripa de sus mamás no tenían nunca hambre.

La autorregulación alimentaria asegura que ese bebé no tendrá problemas futuros con la comida en su edad adulta, del tipo: comer por ansiedad, sufrir diabetes tipo II, tener obesidad…

Porque su metabolismo depende de esto: estas hormonas que regulan el hambre y la saciedad tambien van a marcar el metabolismo del bebé, así que es mucho mejor dejar a la naturaleza decidir.

En la lactancia materna porque la producción depende de la succión del bebé: cuanto más succione un bebé más leche se produce en el pecho como respuesta a esta estimulación.

Cuanto más mame tu bebé, más producción de leche tendrás. El pecho no es un vaso que cuando tu hijo mama, se vacía…es un grifo que cuando el bebé mama, se abre.

¿Por qué a más succión más producción de leche?

Para la producción de leche materna intervienen tres hormonas: la prolactina, la oxitocina y el FIL.

Prolactina

El nivel de prolactina sube después del parto y se mantiene alto varios meses después (siempre que el bebé mame, si no lo hace, el nivel baja).

Además, se producen unos picos importantes de prolactina cada vez que el bebé toma pecho y succiona, provocando la producción de leche materna.

Es decir, si el niño mama mucho, tendremos mucha prolactina y mucha leche, pero si el niño mama poco, el nivel de prolactina será menor y tendremos menos leche.

Durante la noche, el nivel de prolactina aumenta y el bebé obtiene más leche con menos esfuerzo, por este motivo muchos bebés maman más y mejor de noche que de día y es importante que el bebé tome pecho también de noche (además, la prolactina tiene un efecto sedante para la madre que le ayuda a conciliar el sueño cuando su bebé mama).

Oxitocina

Se le llama la hormona del amor, porque se produce cuando una mujer tiene relaciones sexuales, en el parto y por supuesto, durante la lactancia.

Es la encargada de producir el reflejo de eyección de la leche materna (los pechos se sientes llenos y salen gotitas de leche).

Se dice que es una hormona de provoca un reflejo condicionado porque éste reflejo se produce por aspectos físicos relacionados con el bebé: oler su cabecita, escucharlo llorar…incluso mirando una fotografía del bebé aunque el bebé no esté presente, puede producirse el reflejo y empezar a gotear leche.

Esta hormona es la que provoca que la madre manche la camiseta de leche cuando oye llorar a su bebé (aunque no lo tenga delante)…y esto puede ocurrir incluso oyendo llorar a otro bebé que no es el propio.

FIL

El FIL (Feedback Inhibitior of Lactation) es el Factor de Inhibición de Leche y está presente en la leche materna, de forma que cuando el bebé mama se lo lleva y se produce más leche, pero cuando el bebé no mama se queda en el pecho inhibiendo la producción de más leche.

Conclusión

Los bebés deben alimentarse a demanda tanto si toman pecho como si toman biberón, pero en el caso de la lactancia materna aún es más importante respetar este concepto.

Si alguien dice que hay que poner horarios al bebé no entiende lo que está diciendo y es mejor hacer oidos sordos. El bebé ya tendrá tiempo de acoplarse a los horarios familiares cuando crezca.