Antes de ser mamá yo era una chica muy pudorosa. Hasta en el gimnasio me tapaba discretamente al volver de la ducha porque nunca me ha gustado mucho “enseñar”.

Sin embargo cuando tienes hijos aunque no quieras, al final te acabas acostumbrando y el pudor te lo dejas en casa guardado en un cajón:


– No puedes ir al baño sola y cerrar la puerta, olvidate de eso así que ni lo intentes

– Si das el pecho estate preparada porque el bebé puede tener hambre en cualquier momento y en cualquier lugar (NOTA: las telas cubrelactancia como las de la foto, no suelen gustar a los bebés)

– Si te salen grietas lo mejor es que el pecho esté al aire así que en casa ¡ya sabes! (sólo ten cuidado se taparte si viene el mensajero jeje)

– A los bebés grandecitos les gusta tocar una teta mientras toman la otra, así que ¡las dos al aire!

– No es conveniente llevar falda si tienes niños pequeños a los que les gusta meterse debajo y levantártela para salir (como mis hijas por ejemplo…)

– Hay que tener cuidado con los escotes porque los niños siempre se enganchan de ellos…siempre! Está científicamente demostrado

– Y cuando los niños empiezan a hablar es casi peor “mami por qué tu tienes las tetas más grandes que la mamá de X?” “mami ese pantalón te hace el culo muy gordo” “jajaja mamá me he tirado un pedo!” (en un restaurante)

– No guardes nada en el bolso que no quieras que la gente vea…”mamá esto qué es?” me preguntó mi hija sacando un tampax de mi bolso en una comida familiar

Así que mis hijas me ha quitado el pudor de un plumazo. Ahora voy al baño acompañada, media ciudad ha visto mis tetas, mis bragas también (y ya no me pongo faldas), todos saben mi marca de tampones y que mis vaqueros azules me hacen el culo gordo.

¿Y a vosotras aún os queda algo de pudor o vuestros hijos ya lo han eliminado?