Otro viernes más continuamos con la sección “El viernes…la psicóloga responde en Maternidad Continuum” con Mónica Serrano.

Os recuerdo que si queréis que Mónica responda alguna consulta, sólo tenéis que mandarla a maternidadcontinuum@gmail.com

Mónica Serrano Muñoz Psicóloga Infantil. Especialista Psicóloga Perinatal, especialista en maternidad, la crianza con apego y en acompañamiento durante la maternidad. Para un asesoramiento más amplio, podéis contactar con ella escribiendo a psicologa@bambulah.es Puedes ver los servicios de asesoramiento que ofrece aqui y puedes leer sus artículos en el blog http://psicologiaycrianza.blogspot.com.es/

Consulta

Hola Mónica, me encantó que exista esta sección!

Voy a hacerte la siguiente consulta:

Tengo tres hijos, la mayor cumple 7 años pronto, la de en medio tiene 4 años y mi bebé tiene un año 5 meses.
Mi problema en este momento es que mi bebé no quiere sentarse en la silla del auto cuando salimos, nos genera un gran conflicto y estrés para todos, ya que grita, patalea, se pone tieso y es una lucha lograr sentarlo y ponerle el cinturón de seguridad de su sillita.

Mis niñas empezaron el colegio esta semana y yo debo ir a recogerlas, una sale a las12:30 pm y la otra a las 3 pm. por lo que tengo que hacer dos viajes al colegio con el bebé y es horrible pensar que tengo que “obligarlo” además que llora todo el camino, yo me pongo nerviosa y recién empecé a manejar esta semana…uff….he terminado las noches con dolor de estómago.

Y por otro lado  para salir a comer a un restaurante es igual de desagradable, no se está  sentado en la silla alta ni 10 minutos!!! se trata de salir, se para en la silla y trata de bajarse, no disfrutamos la comida!! nos ponemos de mal humor mi esposo y  yo termino bastante frustrada 🙁

Agradezco mucho si puedes darme algunos tips que me puedan ayudar a mejorar esta situación!

Saludos cariñosos!


Respuesta

Estimada amiga. Muchas gracias por compartir con nosotras tu consulta.

Comprendo tu preocupación por la situación que me comentas. Es verdaderamente desagradable y estresante ver a nuestros hijos llorar y sentirse incómodos.

Sin embargo, respecto a la primera situación que relatas, la referente a la silla del coche, he de decirte que planteas un caso en el que no podemos ser flexibles: los niños han de viajar en su sillita de seguridad en todo momento. Es este uno de los casos en el que hemos de establecer un límite inamovible, que no puede negociarse ni mucho menos, eliminarse, pues está relacionado con la seguridad de tu hijo.

No obstante, aunque se trate de un límite que no puede flexibilizarse, sí puede establecerse de manera respetuosa con las necesidades emocionales del niño. Existen algunas acciones que pueden ayudarte a que tu bebé vaya tolerando mejor la situación de manera progresiva.

Antes de recomendarte cómo mejorar la situación, me gustaría que te planteases por qué el bebé reacciona así ante la situación del coche, qué es lo que no le gusta de dicha situación, por qué la rechaza.

Es posible que sea una situación nueva para él (ir en el coche con mamá conduciendo), puesto que tú te acabas de sacar el carnet de conducir. En este caso, poco a poco irá adaptándose a la nueva situación.

Sin embargo, es posible que tu bebé todavía no esté preparado para sentirse seguro en la situación del coche. Tal vez necesita desarrollarse un poco más a nivel emocional para poder enfrentarse a esta situación de una manera tranquila.
En este caso, debemos plantearnos si es estrictamente necesario que el niño realice contigo todos los trayectos que tú has de hacer a diario o si, por el contrario, podemos evitarle algunos de ellos (o, incluso, todos), dejándolo al cuidado de otra persona el rato que tú vas a buscar a las niñas al colegio o pidiéndole a otra persona que vaya en tu lugar.

Si esto fuese posible, sería muy positivo pues le damos la oportunidad al pequeño de no tener que enfrentarse a una situación desagradable para él innecesariamente. Si pasan unos pocos meses, en cuanto sea un poco más mayor, irá en la sillita del coche tranquilo y a gusto. Sería cuestión de ir probando y llegará un momento en el que ya no rechace la situación.

Aún así, te voy a dar algunas recomendaciones que puedes llevar a cabo para facilitar a tu hijo que se desenvuelva en la situación que nos ocupa:

[pullquote]te recomiendo que quites la sillita del coche cuando no vayáis a tener que utilizarla, la subas a casa y permitas a tu bebé observarla, sentarse, jugar con ella libremente[/pullquote]

En primer lugar, te recomiendo que quites la sillita del coche cuando no vayáis a tener que utilizarla, la subas a casa y permitas a tu bebé observarla, sentarse, jugar con ella libremente. De esta manera, estás permitiendo a tu bebé conocer este objeto en un entorno seguro, de una manera lúdica y tranquila. No trates de obligarlo a sentarse, simplemente permítele jugar, explorar libremente. Esto hazlo durante varios días.

Cuando en casa ya esté habituado a la sillita, podéis simular, jugando, que vais montados en el coche: él sentado en la sillita, sus hermanas a su lado y tú delante “conduciendo”. Este juego le ayudará a anticipar la situación a la que se enfrentará después.

Por otra parte, busca momentos en los que te encuentres relajada para hacer viajes muy breves en el coche con tu bebé. Tómate tu tiempo para caminar con el bebé hasta el coche, procura que este camino sea una situación agradable y afectuosa entre ambos. Explícale verbalmente lo que va a suceder: vamos a llegar al coche, abriremos la puerta, te sentarás en tu sillita, mamá se sentará en su asiento… Y realizad un trayecto corto juntos.

Parad el trayecto antes de que alguno de los dos se haya puesto muy nervioso. Repite esto cuando te sientas tranquila para ello, una vez al día es suficiente, durante varios días (no es necesario que sean seguidos, pero tampoco dejes transcurrir demasiados días entre uno y otro viaje).

Es muy importante que trates de mantener la calma ante esta desagradable situación. Te recomiendo que intentes cantarle o contarle algún cuento que le guste mientras vais en el coche (si tu destreza en la conducción te lo permite). Recuerda que tu hijo interpretará emocionalmente la situación en función de tus expresiones emocionales.

[pullquote]es esencial que después de cada trayecto consueles a tu hijo, respondas con afecto a su malestar[/pullquote]

Por último, es esencial que después de cada trayecto consueles a tu hijo, respondas con afecto a su malestar, de una manera empática. Esto le hará sentirse comprendido y sostenido emocionalmente y le facilitará ir asimilando la situación.

En cuanto a la segunda cuestión que planteas, la relacionada con salir a comer a restaurantes, al no estar relacionada con la seguridad del niño, se puede ser mucho más flexible.

Comprendo que para el resto de la familia sea incómodo que el bebé no esté tranquilo en su trona durante la comida, pero, de nuevo, es interesante observar la situación con una mirada empática: el niño de 17 meses necesita explorar, investigar, moverse, jugar… Tal vez aún es pronto para que pueda estar sentado en una trona durante el rato que dura una comida familiar.

[pullquote] Mantenerse sentado en una trona durante un el tiempo que dura la comida en un restaurante es un reto para un niño de 17 meses y quizás no esté preparado para ello[/pullquote]

La duración de una comida familiar es amplia para un niño pequeño. Mantenerse sentado en una trona durante un el tiempo que dura la comida en un restaurante es un reto para el que el niño de 17 meses, evolutivamente, puede no estar preparado para superar. Tal vez necesita crecer y madurar para poder participar en esta actividad de manera que no se convierta en una situación desagradable para todos.

No obstante, sí es posible facilitar la situación para que permanezca sentado un período un poco más largo.

En primer lugar te recomiendo que le ofrezcas su comida al tiempo que coméis los demás. Intenta que coincida su hora de comer con la del resto de la familia. Así, integrado en esa actividad familiar, es posible que se quede sentado mientras come.

Por otra parte, es importante que se le haga partícipe, de manera adecuada a sus posibilidades, de las interacciones familiares durante la comida. De esta manera, si se facilita su participación e interacción, será más fácil que permanezca sentado.

Además, ofrécele pequeños juguetes o pinturas para que pueda entretenerse en la mesa. Recuerda que a su edad necesitan estar jugando, entretenidos.

Tómalo en brazos a ratitos, cuando ya no quiera estar en la trona. No le fuerces a permanecer sentado en ella.

Permite el movimiento que está reclamando. Pídele que te acompañe al cuarto de baño (por ejemplo) durante la comida, para que pueda moverse y cambiar de actividad. Esto facilitará la situación.

También es una opción acudir a restaurantes habilitados para niños, en los que el hecho de que se muevan no es inadecuado como en otro tipo de salas, hay juguetes para que se entretengan y suele haber más niños de la misma edad con los que poder jugar.

Para terminar, espero que mis consejos te sean de ayuda. No obstante, quedo a tu disposición para cualquier aclaración en el correo psicologa@bambulah.es

Un fuerte abrazo,

Mónica

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