Cartel_deberes

Esta semana ha habido un revuelo porque un padre se ha cansado de pasar las tardes haciendo deberes con sus hijos y ha interpuesto un recurso al Ministerio de Educación denunciando que la cantidad de deberes que exige el colegio le impide pasar tiempo con sus hijos. A esta denuncia se ha unido la Confederación Española de Padres y Madres de alumnos, así que por fin alguien le ha puesto el cascabel al gato y se está hablando de este tema.

En realidad, este tema no es nuevo porque hace ya unos años  la Asociación Otra Escuela es Posible emitió una nota de prensa contra los deberes escolares y la CEAPA de la Confederación Europea de Padres y Madres de la Escuela Pública (CEPEP) organizó una huelga de deberes en forma de protesta.

Yo confío que esta vez el revuelo que se ha ocasionado gracias a este padre tan valiente, nos lleve a tener algún resultado positivo.

A mi me parece que los deberes, tal y como están planteados hoy en día, no tienen ninguna utilidad pedagógica y creo realmente que los padres deberíamos ponernos serios en este sentido y movilizarnos.

Yo tengo suerte porque encontré una escuela donde los deberes son casi inexistentes, pero no todo el mundo tiene la posibilidad de optar por un colegio diferente.

¿Te cuento por qué no me gustan los deberes?

1. No sirven para aprender

De verdad que no, aunque lo hayamos escuchado muchas veces, esto no es cierto. No por repetir una mentira miles de veces pasa a ser verdad.

Las fichas repetitivas, aburridas y sin aliciente no sirven para aprender nada.

Todos los expertos en neurociencia saben que los niños aprenden mediante el juego, necesitan sentirse felices para tener el cerebro abierto al aprendizaje y los deberes tal y como los conocemos hoy en día hacen justo lo contrario.

Si lo pensamos, no es tan extraño ¿no? los adultos también aprendemos mejor cuando estamos motivados, cuando nos sentimos felices y no nos presionan para conseguir resultados.

2. Crean desigualdades

Muchas veces, la carga de deberes es tan grande que los padres acaban haciendo la mitad del trabajo de sus hijos para que puedan descansar un poco.

Hay familias que no tienen tanto tiempo para ayudar a sus hijos con los deberes o no tienen un nivel cultural tan alto y eso crea una desigualdad.

El sistema educativo debería equiparar las desigualdades, no fomentarlas.

3. Limitan el tiempo libre

Hay niños que están tres horas o más haciendo deberes todos los días y a mi me parece un sinsentido.

Los niños ya pasan en la escuela ocho horas (y algunos más) y ¿todavía les pedimos que alarguen su horario de trabajo?

Nuestros hijos hacen más horas extras que nosotros y no debemos olvidar que el juego es un derecho de todo los niños según la Convención de los Derechos del Niño.

4. Son una fuente de conflictos familiares

Los conflictos de la escuela se deben resolver en la escuela y los conflictos de la familia se deben resolver en casa.

Lo padres no somos los profesores, somos sus padres. Tenemos muchas responsabilidades y muchísimas cosas que enseñar a nuestros hijos, pero el aprendizaje de los contenidos curriculares no debería ser nuestra tarea.

5. Nuestros hijos necesitan tiempo familiar de calidad

Los niños necesitan pasar más tiempo en familia. El ritmo de vida que llevamos, nos impide disfrutar de tiempo con nuestros seres queridos y pienso que el tiempo familiar es fundamental para una sana autoestima.

Desde hace algunos años y en diferentes países, se hacen encuestas y los resultados son claros: los adolescentes piden y quieren pasar más tiempo con sus padres y familiares. Y si esto lo piden los adolescentes que se supone que son desapegados e independientes, imagina los niños lo que dirían.

6. No dejan tiempo para hobbies

La conciliación es conciliar el tiempo de trabajo con el tiempo familiar y de ocio.

Si  nuestros hijos van al colegio durante ocho horas, llegan a casa y justo después de merendar tienen que pasar tres horas más haciendo deberes ¿cuándo se supone que van a tener un hobbie?

Si nuestro hijo quiere estudiar música o practicar algún deporte no tiene tiempo material para hacerlo y a mi me parece una barbaridad.

7. Hace que nuestros hijos sean sedentarios

Cada vez que escucho alguna noticia en la que hablan de la epidemia de obesidad infantil, me resulta sorprendente que no se tenga en cuenta que obligamos a estar sentados y quietos a nuestros hijos durante todo el día en el colegio.

Si además tienen muchos deberes no les dejamos tiempo para correr, jugar o practicar algún deporte.

¿Quieres algunos ejemplos de trabajos que yo sí querría como “deberes escolares”?

  • Visitar museos
  • Cultivar algo
  • Hacer excursiones a la naturaleza y ver in situ lo que hemos estudiado en el cole
  • Buscar información sobre un tema o un proyecto que estén estudiando en el aula
  • Ir a un concierto en directo (de cualquier tipo de música: clásica, tradicional, pop…)
  • Hacer la compra y llevar las cuentas
  • Visitar una biblioteca
  • Trabajar como voluntario en cualquier ámbito: refugio de animales, residencias de ancianos, recogida de alimentos o ropa, etc.
  • Ver una película de algún personaje histórico y después leer el libro
  • Cocinar platos tradicionales de tu país o aprender los platos de otros países
  • Visitar alguna fábrica y entender los procesos de fabricación
  • Visitar una planta de reciclaje
  • Elaborar nuestros propios cuentos o componer nuestras propias canciones
  • Coser o tejer

 ¿Tú también estás en contra de los deberes?

  • Firma la petición al Ministro de Educación para racionalizar los deberes escolares
  • Usa el hastag #StopDeberesEscolares en las redes sociales y ayúdanos a difundir nuestro mensaje
  • Si tienes un blog escribe sobre este tema y usa el hastag #StopDeberesEscolares
¡Gracias por ayudarnos a visibilizar este problema!