Ha llegado el calor, por fin se acerca el verano y todos nos pasamos el día bebiendo agua ¿verdad?

Vemos en las noticias la importancia de estar hidratados, nos preocupa que nuestros hijos puedan deshidratados ya que el calor sabemos que les afecta más a ellos y sabemos que la deshidratación en un bebé pequeño es muy peligrosa.

Sin embargo, los bebés menores de seis meses no necesitan beber agua.

¿Pero sólo los que toman pecho?

En realidad, ni los que toman leche materna ni los que toman biberón necesitan beber agua, porque toda la que necesitan la toman de la leche (que tiene muchísima agua, en concreto la leche materna está compuesta casi el 90% de agua).

¿Y qué pasa en verano? todos tenemos más sed y bebemos más agua…¿cómo lo resuelven los bebés?

Los bebés lo que suelen hacer es aumentar la frecuencia de las tomas y los niños piden muchas veces más pecho. A veces sólo quieren un chupito y ya, seguramente porque tenían sed.

La naturaleza lo tiene todo previsto y la leche del principio de las tomas es la que más agua tiene (ya que la del final es más grasa) y por eso muchos bebés toman muchas veces al día, pero sólo unas chupaditas para calmar su sed.

No es que estén enmadrados, no es que la madre ya no tenga leche y por eso el niño demanda más…simplemente tiene sed y necesita beber.

En los bebés que toman biberón ocurre lo mismo, piden más a menudo porque tienen más sed y necesitan estar hidratados y por eso yo siempre insisto en que la alimentación debe ser a demanda, tanto la del pecho como la de biberón.

El bebé debe controlar cuándo y cuánto comer y nosotros debemos ofrecerle leche cuando la pida (ya sea del pecho o del biberón).

Ya sé que mucha gente piensa que no pasa nada por darles agua y que incluso lo recomienda, pero tenemos que saber que si ofrecemos agua a un bebé que toma pecho, estamos desaprovechando la oportunidad de darle agua con sustancia y alimento: leche materna.

Su estómago es muy pequeño y si lo llenamos de agua no le damos alimento, podría incluso tener riesgo de malnutrición si le damos demasiada agua en lugar de leche y además, como la producción de leche depende de la demanda, si toma agua, no mama y si no mama no producimos leche. Es la pescadilla que se muerde la cola.

¿Y qué pasa cuando cumplen seis meses y empiezan con la alimentación complementaria?

En los bebés de pecho, si la lactancia materna sigue siendo a demanda no suele ser necesario ofrecer agua porque los niños siguen haciendo varias tomas al día y así van bebiendo agua.

Si la madre ha vuelto al trabajo y no va a estar con su hijo durante ciertas horas, en ese caso sí es conveniente ofrecer agua cuando no esté su madre, pero si el niño ha empezado a comer alimentos pero tiene el pecho disponible siempre que quiera y toma a demanda (sin horarios) no va a necesitar otra agua que la de la leche de su madre.

En los de biberón, como las tomas de leche se suelen reducir bastante sí se puede ofrecer agua para evitar que se deshidrate el niño, pero en el caso de que siga tomando biberón a demanda, entonces estaríamos en el mismo caso y no hace falta.

¿Te han recomendado dar agua a tu bebé? me encantará leer tus comentarios al respecto.