En esta Semana Mundial de la Lactancia Materna quiero continuar con la sección “Historias de Lactancia Materna” gracias a mis maravillosas lectoras que me están enviando sus relatos ¡sois fantásticas!

Las voy publicando poco a poco, así que si me mandaste la historia hace semanas te pido un poco de paciencia.

Hoy os traigo la historia de Conchi. Una mamá que se vio un poco agobiada por los malos consejos de lactancia pero que ha podido sacarse la espinita en su segunda lactancia.

Os dejo con su historia:

Tuve mi primera hija y todo el mundo me empezó a marear con las tomas y las instrucciones del pecho, yo que estaba tranquila, consideraba dar el pecho como un proceso natural y mantuve la calma, ni pensaba ni creía que podía conllevar problema alguno.
La niña lloraba mucho pero para mi era algo lógico, los niños lloran. Empecé a tener grietas y heridas en el pecho que me hicieron pasarlo fatal, no quería darle de mamar ni sacarme leche porque me dolía muchísimo, me estaba una hora intentado hacer una buena succión, empeñada en querer darle el pecho y alimentarla, tanto que aguantaba lo que podía con tal de darle de comer…rechazando  en ocasiones la fuente de mi dolor.
Lo que hice fue evitar o espaciar las tomas y claro la niña tenía más hambre, lloraba más, se agarraba con más fuerza y me dolía más, aumentando mi rechazo. La niña no hacía peso y me dieron refuerzo aunque yo sabía que tenía mucha leche, el pediatra decía que lloraba de hambre y yo desesperada también lloraba de dolor, sufrimiento e impotencia. Mi madre todavía estaba con la idea de que tenía que poner a mamar 15 min en cada pecho, controlando el reloj y diciéndome que tenía que aguantar porque era cuestión de 15 días que todo pasara….imaginad qué ayuda!
 
Al final me puse pezonera, le di refuerzo, curé las heridas y aguanté siempre con pezonera, nunca me atreví a quitar la pezonera, con refuerzo aguanté un año, hasta que la niña ya no cogía pecho aunque le pusiera.
 
Con mi segunda hija quise hacerlo mejor, en el hospital me atendieron peor, yo ya conocedora del tema notaba que pinzaba pero cada uno me decía una cosa, y tuve claro que no repetiría el mismo proceso.
Llegué a casa y puse a la niña a mamar cada vez que se movía, de forma constante, me dediqué solo a darle pecho y a estar relajada en el sofá, evitando que pasara hambre, lo contrario de la anterior vez,  y para corregir mis primeras molestias fui a un grupo de crianza natural que me ayudaron muchísimo, me hice socia de la asociación y les estoy totalmente agradecida por su ayuda y por que cuando necesito algo están ahí.
Hace poco tuve heridas creo que de algo que tuvo la niña tipo vírico en la boca y me ayudaron a curarlas. Ademas me enseñaron a portear y estoy encantada, que pena no haberlo conocido antes! Ahora porteamos a las dos niñas.
 
Hoy mi segunda hija tiene 22 meses y sigue mamando, cuando la gente me ve cuestiona cuando se lo voy a quitar… es muy contante que te lo pregunten…. y respondo que cuando las dos queramos, sé que hay gente que no lo entiende pero me da igual, el otro día una conocida veía normal que su hija con dos años tomara chupete y valoraba peor que un bebe de esa edad fuera lactante, para mi el chupete es artificial y el pecho natural. Trabajo todo el día y tengo leche, ayer he mojado la camiseta y la niña quiere estar conmigo, en cuanto me ve se me tira al pecho…he conseguido disfrutar de la lactancia, me gratifica y me une…aunque a veces me canse porque se tira mucho tiempo cogida, al final, aunque a veces proteste…me recompensa y conforta.
 
A cada mamá nos agrada unas cosas u otras, yo acepto que un niño mayor mame y me desagrada verlo con chupete, pero entiendo que a otras mamas les cause la impresión contraria a la mía.
 
No me importa, esto encantada y satisfecha!
¡Muchas gracias Conchi por estas dos historias!

Si quieres leer los relatos de más de 50 madres lactantes entra aquí y lee el libro de mi amiga Mónica Salazar y si quieres contribuir con tu propia historia, escribe a maternidadcontinuum@gmail.com

Si quieres leer más historias aquí tienes las anteriores:

– La historia de Eva

– La historia de Sylvia

– La historia de Sandra

– La historia de Carlota