pies bebe

Hoy cuento con Roser Ventura como autora invitada en mi blog. Ella es Psicóloga Clínica y Sexóloga especializada en Relaciones de Pareja y Transformación Personal. Escribe en su web www.roserventura.com ayudando a a madres trabajadoras e independientes a salir del aburrimiento en su vida de pareja para disfrutar de un vida plena y satisfactoria.

Hoy quiere hablarte de la maternidad instintiva y de como puedes recuperar los instintos femeninos a través de la maternidad.

Maternidad Instintiva

Entiendo la maternidad como una constelación de acontecimientos trascendentales en la vida de una mujer que va a ser madre.

Hemos sido criadas en un paradigma de dominio que nos ha llevado a fuertes luchas con nuestro propio hogar, el cuerpo-templo, sin el cual nada de lo que percibes y vives sería posible.

Estar peleadas con el cuerpo, nos ha llevado a estar separadas de nosotras mismas. Eso ya forma parte del pasado gracias a mujeres valerosas y dispuestas a recuperar el legado de lo femenino.

La posibilidad de elegir libremente como deseas vivir la maternidad está surgiendo desde hace relativamente poco tiempo, sin duda todo lo que puedas hacer y mejorar para ejercerla  de forma totalmente consciente es un regalo que pocas mujeres han podido  permitirse.

¿Qué significado tiene vivir la maternidad de forma consciente y presente?

Es un hermoso viaje que te brinda la vida para adquirir de forma consciente lo que no pudiste aprender instintivamente.

Desde el momento de la concepción hasta los cinco años, vivir estos ciclos puede convertirse en la experiencia más sanadora que hayas podido imaginar.

Es hora de que conozcas la tarea de curación creativa que te brinda la maternidad.

Viaje a lo Femenino

Aunque el viaje por la vida es esencialmente igual para todas, no para todas comienza de la misma manera, ni en el mismo entorno, ni con el mismo equipaje.

Una de las tareas como mujer y como ser humano en este viaje es conectar con la parte instintiva,  esa parte esencial necesaria para ser la persona única que eres, esa parte que tiende a quedar escondida, enterrada en la historia personal a medida que vas aprendiendo formas de ser que te desarraigan en lugar de conectarte.

Muchas de las experiencias que podrían ser acontecimientos para reforzar el instinto y una manera espontánea de pensar, se acaban convirtiendo en comportamientos y hábitos normalizados por el entorno.

Afortunadamente, el cuerpo femenino, vibrante, sigue manteniendo la capacidad, aunque sea fugaz, de percibir otra dimensión en su interior, más perceptiva y receptiva. Esa capacidad sigue ahí, enterrada bajo la instrucción y la enseñanza recibidas, invadiendo lo femenino de fórmulas desconectadas de la vida.

Son modelos que han servido para que salgas y abandones tu manera natural de ser en el mundo y así poder adaptarte, amoldarte fácilmente a los programas que regulan la sociedad, una sociedad que se ha mostrado por siglos insensible a lo femenino.

El paradigma dominante además ha provocado fuertes divisiones en tu propio cuerpo que, al perder la sabiduría de su propio sentir, se ha desconectado de sus funciones sagradas. Una mujer es ante todo receptiva, está preparada para ser consciente de la fuerza de su vientre.

¿Por qué el mundo está lleno de seres desconectados y carentes de los valores más importantes para la vida, se sienten incómodos en sus cuerpos o no saben como calmar un hambre insaciable de seguridad?

Son muchos los hijos de madres deficientes que han crecido sin interiorizar completamente el instinto maternal.

La supresión de los valores de lo femenino ha tenido como consecuencia una sociedad deshumanizada porque la esencia de lo femenino se ha deshumanizado.

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La madre es la encargada de transmitir el instinto sustentador a su hijo, si éste no llega a activarse, como les ocurre a tantas personas, el trabajo de la madre queda incompleto y el instinto sustentador subdesarrollado.

Recuperar el papel de la madre en la sociedad

La tarea urgente en la actualidad es descubrir cómo la formación recibida se ha estado produciendo a nivel inconsciente en toda la sociedad.

Es importante desvelar cómo ha afectado a cada mujer este debilitamiento de los instintos naturales protectores, curativos e integradores, en definitiva, de los instintos fundamentales que constituyen la forma sana de vivir.

Para ti mujer, que encarnas los valores de lo femenino en el mundo, que compartes los mismos ciclos naturales de la vida, esa parte instintiva cobra verdadera relevancia, es vital recobrar esas capacidades olvidadas, volver a encarnarlas y transmitirlas a tus hijos.

Actualmente existen muchos métodos de sanación que, como toda técnica, funcionan.  Puedes restaurar en ti misma el legado de lo femenino, sanándolo de forma consciente.

Lo que quizás se olvida a menudo es que la experiencia más profunda de sanación es la experiencia de la maternidad, un proceso que entraña convertirte en tu propia madre, reconocerte, mimarte y cuidarte de verdad mientras cuidas a tu hijo.

La maternidad consciente te permite Ser tú.

Sanando la herida

Creo que ningún sistema de potenciación de lo femenino sirve mejor a la noble labor de restituir lo femenino original que la experiencia de la maternidad, la reconexión con la auténtica naturaleza femenina para sanar el pasado ancestral desde el útero.

La maternidad es una experiencia plena donde como mujer puedes realmente renacer a través de la conexión y la intimidad con tu hijo.

[Tweet “La maternidad es una experiencia plena donde puedes renacer a través de la conexión con tu hijo.”]

Restaurar lo femenino es una labor en la que cada mujer debe involucrarse y la experiencia que lo facilita de modo integral y diádico es la maternidad. No existe relación más plena que esta conexión a través de la intimidad con el bebé.

Porque todo lo que da sentido a crear desde el cuerpo femenino es algo que no solo debes empezar a valorizar, sino comprenderlo desde el lugar que te corresponde ocupar.

Tanto la concepción, el embarazo como la crianza hasta más o menos los cinco años cobran un sentido elevado cuando entiendes que en el proceso vas a poder ir limpiando el camino y desprogramar los bloqueos heredados que te han impedido ser tú misma.

La maternidad es una vía poderosa porque te conecta con el amor incondicional de forma muy consciente, crea energía de sustento hasta que el cuidado materno ya no es necesario.

Se trata de hacerte consciente de que por ser mujer tienes el don de crear un paraíso dentro de tu ser, que ese es un don intemporal y que está basado en la capacidad de amarte y nutrirte para amar y nutrir la vida.

Ser consciente además, que desde ese lugar puedes dejar de repetir el dolor, la soledad y el abandono del pasado contribuyendo a sanar la herida que compartes con todas las mujeres.

Para recuperar tu instinto natural de auto-sustento, de auto-cuidado, de auto-mejoría, la mente tiene que liberarse del pasado para que puedas estar totalmente presente y vivir desde la espontaneidad y la intuición.

[pullquote]Para recuperar tu instinto natural de auto-sustento, de auto-cuidado, de auto-mejoría, la mente tiene que liberarse del pasado para que puedas estar totalmente presente y vivir desde la espontaneidad y la intuición.[/pullquote]

¡Qué belleza, qué fuerza poder mantenerte en esa frecuencia mientras llevas a tu hijo en el vientre, cuando lo abrazas al nacer, al ponerlo en el regazo de su padre o durante los años de crianza, cuidando y reforzando el vínculo contigo misma y entre los dos!.

¡Qué gran oportunidad poder sanar holísticamente lo pasado desde esta vibración sagrada, unida a tu bebé, de forma consciente!.

Experimentando desde el amor a la vida que va creciendo dentro de ti transmitirás a tu bebé la información para que aprenda a confiar en la vida, en su propia capacidad de sustento, a tomar sus desafíos con confianza.

Dándole las atenciones y cuidados íntimos que solo tú puedes darle hará que su aprendizaje se desarrolle bajo un programa de apertura a la vida y no bajo un programa defensivo o de lucha contra la vida.

Vas transformando todo lo que recibiste de tus predecesores, viviéndolo desde la alegría, el gozo y la plenitud. Mientras creas vida comprendes que lo que quizás a ti te faltó ahora lo estás generando en ti misma, enriqueciendo tu vida y la de tu bebé.

Cuando aprendes a ser instintiva, la vacilación es innecesaria, aprendes a confiar en ti misma, sabes que la vida te va a traer lo necesario, porque tu fuerza está en la confianza que como madre le estás enseñado a desarrollar a tu bebé para que aprenda a ser él mismo.

Por el contrario, cuando el bebé no recibe lo que necesita de su madre, las cosas no se le darán naturalmente en la vida, tendrá que pensarlo todo, atravesar dudas, desconfianza, inseguridad.

Integrando ser mujer y ser madre

Por lo general una mujer encuentra muy difícil compartir la sensibilidad amplificada que vive en esos momentos con la pareja, incluso con los padres.

No se te ha facilitado la vía para comunicar lo que experimentas ya desde el momento de la concepción y como casi toda mujer tienes que elegir hacer el camino  muchas veces haciéndote cargo a solas de la maternidad.

El hombre generalmente no sabe como ofrecer el apoyo que la mujer necesita, puede que no sepa como estar presente, mostrar su sensibilidad, ofrecer su protección y su fuerza. Este hombre que todas quisiéramos está naciendo, pero aún no ha aprendido a conectar con la esencia de la vida.

Como sabes, lo femenino y lo masculino no se asocian únicamente a mujer y hombre, cada género tiene su lado femenino y masculino, ambos son necesarios para la vida y la integración exige que él desarrolle su parte femenina dormida para hacer posible esa conexión.

Cuando principio femenino y masculino no están integrados, como sucede en nuestra sociedad, se crea división y desarmonía, de ahí la tensión y descompensación que habita en la díada pareja y las dificultades que se deben atravesar, incluso en la maternidad.

Eso está cambiando gracias a la transformación de lo femenino que sabe nutrirse desde dentro, desde esa conexión podemos ayudar al hombre a permanecer, a sanarse y crecer, sin ahogarle. La guerra de los sexos, inducida, está terminando.

[pullquote]Eres mujer, sabes como activar el flujo en espiral en tu corazón, llevas consciencia a cada lugar que habitas, a cada ser con el que contactas. Alinéate desde el amor por todo lo que te ocurre y todo lo que tienes[/pullquote]

Eres mujer, sabes como activar el flujo en espiral en tu corazón, llevas consciencia a cada lugar que habitas, a cada ser con el que contactas. Alinéate desde el amor por todo lo que te ocurre y todo lo que tienes.

Sanándote a través de la maternidad estás sanando el origen de nuestro recorrido como mujeres en la tierra, estás sanando la manera mutilada desde la que nos hemos estado moviendo por la vida, estás sanando la madre interna y la externa, la que tuvimos y la que somos.

Sorpréndete en este viaje de tus generosos y espontáneos amor y servicio, dedicación y confianza, esa parte de ti que quizás no habrías conocido sin que tu hijo te iniciara en el misterio de ser madre.

Acerca de Roser Ventura

roser_venturaRoser Ventura es Psicóloga Clínica y Sexóloga, especializada en Relaciones de Pareja y Transformación Personal. Ayuda de forma muy práctica y cercana, desde hace más de 2 décadas, a sus pacientes a mejorar la calidad de sus relaciones.
www.roserventura.com
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