Continuamos con la colaboración de Rebeca López Noval, mujer, madre y fotógrafa profesional. Desde su página rebecalopeznoval.com contribuye a que podamos aplicar el storytelling a la fotografía para contar nuestra propia historia, las cosas importantes que nos pasan en la vida: nuestros hijos, nuestra casa, nuestra vida…

Además en su blog ofrece consejos útiles para los aficionados a la fotografía de todos los niveles, dirige la única comunidad de fotografía de mujeres pensada para mujeres y ofrece talleres y cursos online en los que nos ayuda a contar nuestra historia desde la fotografía.

Hoy viene a hablarnos de cómo podemos hacernos fotos con nuestros hijos, algo realmente importante porque ¿no os pasa que vosotras no salís nunca en las fotos? pues eso, que me parece importante que sepamos cómo hacer bien las fotos para salir favorecidas y tengamos muchas ganas de salir en la foto 😉

¿Cómo hacerte fotos con tu hijo?

¡Que levante la mano quien casi no tenga fotos con sus hijos!

Yo soy una de ellas, lo confieso. Me da pereza, vergüenza y dolor de barriga sólo de pensar en ponerme delante de una cámara. Sí, yo, que me dedico a esto y me encanta inmortalizar al mundo, no me siento nada cómoda cuando el objetivo me apunta a mí. Es lo que hay, ya conoces mi secreto más profundo.

Si yo puedo, tú también

Al comenzar el año, con todos esos buenos propósitos que nos marcamos, yo me puse en la lista realizar un proyecto personal: I Love Mom. Consiste en hacerme una foto semanal con mi hijo.

Las primeras semanas fueron complicadas, pero a medida que el año va transcurriendo la cosa va a mejor, y ahora esta tarea fluye entre ambos y nos lo pasamos en grande.

Así que, además de estar haciendo fotos y dejar un legado increíble a mi hijo, estamos creando verdaderos recuerdos y grandes momentos que compartimos gracias a estas fotos.

Porque los grandes ausentes de nuestros álbumes de fotos siempre son las mismas personas: los fotógrafos, aquellos que, precisamente, hacen posible que podamos disfrutar de esos recuerdos. ¡Y la madre de la criatura no puede ser ese gran ausente! Tiene que ser protagonista principal de esta historia que estáis contando en imágenes.

Así que, sacúdete la vergüenza, deja atrás las excusas baratas y empieza a ponerte delante del objetivo.

Si yo he conseguido hacerlo, no me cabe la menor duda de que tú también eres capaz

Comienza tu proyecto “I love Mom”. El resultado será asombroso.

“Vale, Rebe, muy bien. Pero es que nadie quiere hacerme las fotos a mí… ¿cómo lo hago?”

Puede que no encuentres a nadie cerca a quien le guste fotografiar ni que sepa hacer fotos. Te diré que el entusiasmo se contagia y, poco a poco, todo el que está a tu alrededor se irá animando a participar de las fotos. Lo he comprobado un millón de veces. Verás como pronto encontrarás a alguien que se preste a echarte una mano.

Pero mientras, no te dejes amilanar por este pequeño obstáculo. Tú puedes hacerlo sola ¡no hay problema!

¿Qué herramientas necesitarás?:

  • Un trípode, o en su defecto, buscar una superficie donde dejar la cámara. Recuerda que debe de ser una superficie firme, donde no corras el peligro de caída.
  • Un control remoto. O en su defecto, utilizar el temporizador de la cámara. Puede que tengas que correr un poco, pero eso también hará que todo sea más divertido.
  • Muchas ganas de pasarlo bien. Esas que no falten. Todo lo anterior se puede sustituir, como has visto. Pero esto no.

Algunas recomendaciones:

  • Busca un entorno que te guste. Puedes hacer tus fotos en vuestras salidas del fin de semana, en vuestras tareas cotidianas, o en casa mientras hacéis el tonto en el sofá (estos momentos en casa, de puro sencillos, son los mejores).
  • Depende de la edad de tu hijo/os, podrás realizar la sesión de una manera o de otra. Pero casi siempre y a casi cualquier edad, funciona lo de dejarles poder de decisión, darles el control remoto, o que piensen la foto que vais a hacer.
  • Intenta no presionarle. Si un día no hay ganas, tanto por tu parte como por la de los niños, no hay problema. Ya habrá otro día que se haga. Esta es la mejor recomendación que puedo hacerte, de verdad. Cero presiones.
  • Para enfocar, coloca al niño en el lugar de la foto, así podrás enfocar en el sitio exacto. Luego sólo tienes que colocarte tú en el lugar pensado y listo.
  • Cuando termines el proyecto, o cada X tiempo, imprime tus fotos. En formato álbum, o fotos sueltas. Pero no dejes de hacerlo, es la mejor copia de seguridad.

Un último consejo: practica, practica un poco más y practica todo lo que puedas.

Si una foto sale mal, tendrás otras tantas. Aquí lo importante es obtener imágenes de distintos momentos entre tú y tu hijo. Si además salen bien no será por arte de magia. Es el fruto de probar, corregir, observar.

Si te cuesta ser constante, proyectos como I love Mom, que te invitan a realizar una foto por semana, te ayudarán a mantener el ritmo y la perseverancia. Se dice que sólo hacen falta 21 días para adquirir una rutina nueva, así que ya sabes, sin pausa pero con brío.

El resultado de todo esto será un álbum maravilloso lleno de fotografías que te encantará ver una y otra vez.

Yo ya voy por mi foto número 12 de 52 y, como te decía al principio, los comienzos fueron duros. Si las teorías no me fallan, estoy a 9 fotos de adquirir la rutina y que todo vaya sobre ruedas hasta el final del proyecto. Pero en realidad no me importa. Estoy concentrada en el objetivo final: ¡el primer álbum en el que yo salgo en toooooooooooodas las fotografías! ¡Yuhu!

Si lo pruebas, ¿vendrás a decírmelo?