Maria GonzalezHoy con cuento con Maria González, fisioterapeuta experta en pediatría, en Fisioterapia en Uroginecología y Obstetricia, asesora de lactancia y directora de la clínica Meraki fisioterapia en Rivas Vaciamadrid.

Le he estado preguntando sobre la plagiocefalia en los bebés, algo que cada vez es más común y ella ha redactado este pedazo de post para todas nosotras.

Aquí lo tenemos:

¿Qué es la plagiocefalia en los bebés y cómo se puede prevenir?

La plagiocefalia es una deformidad del cráneo de los bebés debido al apoyo excesivo tiempo en puntos fijos determinados y a la gran plasticidad que este tiene desde el nacimiento hasta aproximadamente el año de edad, esta deformidad puede ocurrir por diferentes motivos y en diferentes estadíos de desarrollo.

Por otro lado, la flexibilidad del cráneo es responsabilidad de las fontanelas, que son unas membranas que permiten el crecimiento del cerebro del bebé a la vez que lo protegen, poco a poco, estas membranas irán osificándose para formar el cráneo del adulto, esto, junto con la peculiaridad de que los huesos del cráneo del bebé tampoco están osificados en el momento del nacimiento y lo harán paulatinamente durante el primer y segundo año de vida hacen del la cabeza del bebé una estructura muy maleable, para bien y para mal.

Es necesaria la existencia de las fontanelas para que la cabeza de nuestro bebé pueda adaptarse al canal del parto en el momento del nacimiento, deformándose y acabalgandose una sobre otra ocupando un menor volumen y ajustándose la cabeza del bebé a las paredes del canal en cada momento. (1)

Fuente: Imagen (ref. bibl. 1)

Desde que en 1992 la Asociación Americana de Pediatría (2) publica que se debe dejar de poner boca abajo a los bebés durante el sueño y colocarlos boca arriba porque esto reduce el síndrome de Muerte súbita del Lactante (SMSL), lo que se traduce en que finalmente es mucho tiempo el que los bebés pasan tumbados, entre 12 y 20 horas al día y esto asociado la plasticidad del cráneo del bebé produce que se disparen los casos de deformidades craneales en los lactantes.

Entonces el bebé debe dormir boca arriba (2) pero además debemos situar el regazo de la madre (3) como nicho biológico del bebé porque la madre es el hábitat natural del recién nacido, en los estudios de Bergman sobre madre canguro habla incluso de que las constantes vitales del bebé (frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, temperatura, calidad del sueño…) mejoran sobre el regazo de la madre tanto en recién nacido a término como aquellos que son prematuros.

Lo que nos lleva a la conclusión de que el bebé deberá estar en cambio continuo entre estar bocarriba y boca abajo.

En España en los últimos 20 años se han disparado las consultas de neurocirugía por plagiocefalias posicionales que no se han conseguido corregir con tratamientos fisioterápicos y ortopédicos o que directamente no han sido tratadas a tiempo, hoy en día es la causa más frecuente en una consulta de neurocirugía según pediatría y es además previsible que siga incrementando en los próximos años.

El segundo motivo de consulta es la torticolis adquirida, generalmente desarrollada tras una plagiocefalia posicional, produciendo deformaciones que posiblemente puedan desencadenar en futuras cirugías si no se corrige con rapidez. (4)

Estas deformidades tienen otras enfermedades asociadas como por ejemplo la tortícolis adquirida, problemas de visión, otitis, problemas en la mordida y el desarrollo oro-facial y retraso en la madurez motórica y cognitiva, principalmente por la restricción que genera al movimiento normal para un desarrollo equilibrado del bebé.

Por ello siempre decimos que es fundamental una detección precoz pero mucho más importante es realizar una prevención adecuada, enseñando a las madres y los padres.

Existen diversos tipos de deformidades craneales, catalogadas con respecto a su origen y al momento en el que ocurren.

Atendiendo al tipo podemos hablar de: plagiocefalia, braquicefalia, trigonocefalia y escafocefalia.

Estas pueden ocurrir intraútero, debido al pequeño espacio en el que el bebé se desarrolla dentro de la madre que suelen resolverse pocos días después del parto si el manejo es adecuado y los padres reciben los consejos precisos.

Perinatal por el uso de instrumentalización en el parto o post natal cuando la estimulación del bebé no es la adecuada o no se le provee de las atenciones necesarias.

Esta última es la más habitual en consulta la plagiocefalia post natal, normalmente por un miedo excesivo por parte de madres y padres a que ocurra una muerte súbita al ponerlo boca abajo durante un tiempo prolongado y falta de información actualizada por parte del personal sanitario dando recomendaciones sobre como estimular y acompañar al bebé, puesto que no siempre resulta totalmente intuitivo así que el profesional sanitario debe acompañar a la familia en este trayecto, explicando con claridad y precisión los pasos del desarrollo del bebé y resolviendo dudas que puedan surgir en el proceso, derivando a otros profesionales sanitarios si fuera necesario.

Persistir excesivamente en la posición de boca arriba, puede retrasar el desarrollo psicomotor del niño porque tendrá menos oportunidades de trabajar la musculatura del cuello y tronco y de vivir sensaciones nuevas. Esto podrá generar retrasos en destrezas básicas como elevar o sostener la cabeza y también en el rastreo y la sedestación. Y por ende en malformaciones como es la plagiocefalia o la torticolis adquirida. (5)

En la última revisión sistemática realizada sobre: Correlación entre tummy time en bebés de 0-12 meses resultados son claros, tummy time (poner boca abajo) tiene una correlación significativa y positiva con el desarrollo motor del bebé. (6)

¿La clave? La prevención. No es necesario arreglar lo que no está roto.

¿Cómo prevenir la plagiocefalia?

Existen diferentes herramientas:

El colecho, cuando un bebé colecha con su madre y su padre, existe mucha mayor movilidad y cambios posicionales, el bebé se mueve siguiendo a su madre.

Durante la lactancia los cambios en la postura ofrecen diferentes agarres y diferentes vías de desarrollo de la musculatura cervical, facial y oral, además las diferentes tomas del bebé en cada una de las posiciones permiten repartir los lugares y el tiempo que la cabeza del bebé presiona el cráneo.

Una de las más útiles es el porteo (7), básicamente porque el bebé la mitad del día duerme (o más) y la otra mitad es transportado y ambas cosas se pueden hacer con cualquier sistema de porteo, el porteo ejerce poquísima presión sobre el cráneo del bebé, dejándole crecer en todas las dimensiones. Además, el hecho de que el bebé vaya verticalizado y con un bamboleo constante produce que se ejercite toda la musculatura estabilizadora de espalda y cuello.

Por último, pero no menos importante, el movimiento libre, boca arriba y boca abajo, va a permitir que nuestros bebés estén continuamente en movimiento, cambiando de postura y cambiando los apoyos. De 0 a 3 meses siempre sobre el pecho de la madre y de 3 meses en adelante (orientativo, dependerá de los intereses del bebé) estimular en el suelo con juguetes que puedan ser atrayentes para el bebé promoviendo su sesarrollo motor e “independencia” de su relación con el adulto para conocer e interactuar con su entorno.

 

Bibliografía:

1. Olivier Ami , Jean Christophe Maran, Petra Gabor, Eric B. Whitacre, Dominique Musset, Claude Dubray, Gérard Mage, Louis Boyer. Three-dimensional magnetic resonance imaging of fetal head molding and brain shape changes during the second stage of labor.
2. AAP 1992: Back to sleep.
3. Nils Bergman 2012: Early skin-to-skin contact for mothers and their healthy newborn infants.
4. Pérez Machado. JL, 2009: Encuesta sobre los habitos posturales de 110 niños en la isla de Gran Canaria.
5. Majnemer. A et al, 2006: Association between sleep position and early motor development.
6. Hewitt. L, Stanley, M et al 2017: Revisión sistemática: Correlates of tummy time in infants aged 0-12 months old.
7. F. Salmón Antón, M.A. Rodríguez Cerezo EOG. Manejo de la plagiocefalia postural. “Tiempo para mantener las buenas formas.” Boletín la Soc Vasco-Navarra pediatría. 2007; (107):