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Si hablamos de feminismo, empoderamiento femenino y conocimiento científico seguro que muchas pensamos en Irene García Perulero. Hoy tengo el enorme placer de entrevistarla sobre un tema que me preocupa mucho: la forma de educar a las niñas para que sean libres y puedan vivir en esta sociedad machista sin sentirse cohibidas u obligadas a hacer lo que no quieran hacer.

Irene2 (1)Irene es bióloga, madre de dos niñas, comunicadora, escritora, divulgadora de temas de maternidad, sexualidad femenina, violencia de género y salud materno-infantil, Coautora de Una Nueva Maternidad. Co-Directora de Cangurosymas.es. Co-creadora de Infancias Libres y Ni Putas, Ni Princesas. Creadora de La Maternidad y el Encuentro con la Propia Luz.

En cuanto se abrió el plazo de la tercera edición del programa “Ni putas ni princesas” no lo dudé ni un momento y me matriculé en seguida (temía quedarme sin plazas porque sé que normalmente se agotan bastante rápido). El motivo es evidente, soy madre de dos hijas que un día serán mujeres y está en mi mano darles toda la fortaleza que pueda para superar las dificultades que puedan encontrarse en su vida por el hecho de ser mujeres.

Entrevista Irene García Perulero

1. ¿Por qué crees que es necesario que exista un programa como “Ni putas ni princesas”?

Sin duda la violencia de género es un problema que nos deja más de 50 muertas cada año en España. Sin embargo los feminicidios son sólo la punta del iceberg de una violencia que es estructural, se coloca en la base del sistema y es la responsable de toda la desigualdad que aún sufrimos las mujeres en todos los ámbitos.

[Tweet “Los feminicidios son la punta del iceberg de una violencia machista estructural “]

Dicen las estadísticas que el 80% de los adolescentes ha sufrido o presenciado algún comportamiento relacionado con la violencia de género en las parejas de su entorno.

Las cifras van en aumento año a año y las campañas de prevención no parecen funcionar. ¿Por qué? Porque la identidad de género que es una construcción cultural empieza a contruirse en la primera infancia, en la forma diferenciada en que nos relacionamos y educamos a niños y niñas, en los cuentos populares, las películas de dibujos e incluso los libros de texto.

Cuando nuestros hijos llegan a la adolescencia cargan ya con tal mochila de estereotipos que las campañas de prevención chocan contra la pared de la propia identidad. Ni ellos, ni ellas se sienten identificados y si lo hacen porque ya están involucrados en una relación violenta no tienen los recursos emocionales para salir.

2. Todos los días se escucha en la TV que los gobiernos quieren implantar políticas de conciliación y de igualdad ¿Lo tienen más fácil las niñas de hoy en día que lo tuvimos nosotras?

En algunos aspectos sí y en otros no. No tener derecho a disponer de tu patrimonio o a viajar sin el consentimiento de tu marido, como les pasó a nuestras madres o abuelas sin duda coarta inmensamente la libertad. No tener derecho al divorcio. Que te miren mal si quieres trabajar o no poder ir a la universidad son desigualdades que ya hemos superado.

Sin embargo aún hay mucho por hacer. En la actualidad las mujeres seguimos ocupando los trabajos más precarios y peor remunerados, la brecha salarial permanece constante y sigue existiendo un techo de cristal. Las mujeres de ahora además tenemos que compaginar la vida familiar con la profesional porque la responsabilidad de los cuidados todavía recae sobre nosotras. Y para colmo la maternidad está invisibilizada e incluso mal vista, las bajas maternales son ridículas y las mujeres siempre tienen que estar eligiendo y renunciando.

[Tweet “Las mujeres debemos compaginar vida familiar y laboral porque los cuidados recaen en nosotras”]

3. ¿Por qué las mujeres nos exigimos tanto a nosotras mismas?

es la pregunta del millón…a ver si puedes responderla jaja

Porque nos educan así. La culpa y la vergüenza son emociones que permiten la vida en sociedad, por ejemplo hacen que quieras disculparte o reparar un mal comportamiento hacia otro. Sin embargo pueden usarse para manipular a otros, para que se sientan insuficientes y disminuir su autoestima.

En la actualidad el estereotipo de la superwoman, que es la madre perfecta, una profesional imparable y además está siempre guapa y dispuesta tiene mucho peso. Las mujeres, como seres humanos que somos, queremos ser aceptadas, la educación además nos enseña a complacer al otro, a poner las necesidades de otros por encima de las nuestras y no acompaña en la educación de los hombres, a los que se les exige menos en estos aspectos.

Querer que te acepten es normal, exigir un prototipo de mujer inalcanzable es una forma sutil de manipulación.

4. ¿Qué podemos hacer en la familia para que nuestras hijas estén empoderadas?

Enseñarles a decir que no, a ser asertivas, a tomar sus propias decisiones, darles una buena educación sexual y sobre todo empoderarnos nosotras, entender cómo funciona el mundo en el que vivimos y como nosotras, con nuestros comportamientos interiorizados contribuimos también a fomentar la desigualdad.

5. ¿Qué le dirías a las madres de NIÑOS para que les enseñen a respetar a las niñas como iguales?

Que fomenten en sus hijos los comportamientos empáticos y no competitivos, que se esmeren mucho en enseñarles a resolver conflictos de forma no violenta y que les enseñen también a ser asertivos y se preocupen de su autoestima.

Que les permitan expresar emociones asociadas a la vulnerabilidad, como la tristeza o el miedo.

Los niños, de mayores, van a sufrir una enorme presión de grupo para no ser unas “nenazas”, la identidad masculina se construye mucho por oposición. Que hablen con ellos de eso, de que en las pelis no salen niñas. Y que los eduquen como si fueran sus hijas.

¿Qué re ha parecido la entrevista? si quieres conocer más codas sobre Irene, puedes leer sus artículos en la web Irene García Perulero y si quieres más información sobre el programa Ni putas ni princesas, puedes hacerlo aquí.