Para terminar la celebración de la Semana de Lactancia Materna 2012, he querido extraer un pequeño fragmento de mi libro de lactancia “Los 5 Pasos para Tener Éxito en tu Lactancia Materna“.

Es uno de los primeros puntos tratados en el libro y habla sobre la importancia del calostro en la lactancia materna:

El calostro es un líquido amarillento que es la primera leche que tu cuerpo prepara para la llegada del bebé. Puede aparecer en los últimos meses de embarazo y seguro que aparecerá después del parto.

El calostro se llama oro líquido, no sólo por su color, sino porque es el mejor alimento para tu bebé. Es muy fácil de digerir y tiene un alto contenido de anticuerpos que protegen a tu hijo de muchas enfermedades infecciosas.

Además contiene proteínas, vitaminas y minerales y tiene un efecto laxante que ayuda al bebé a la expulsión del meconio (su primera deposición) y esto es muy importante porque previene la ictericia.

Es especialmente necesario en bebés prematuros, que necesitan un refuerzo extra para sus defensas tan inmaduras.

Mucha gente piensa que el calostro no alimenta suficientemente a los bebés. Que hay muy poco y que es mejor dar suero o biberones a los bebés recién nacidos. Pero esto es un error grave.

Ningún líquido que ingiera tu bebé durante los primeros días, será mejor que tu calostro. Ninguno.

A medida que pasan los días, el calostro se va transformando en la leche de transición, donde la concentración de anticuerpos disminuye (aunque el bebé continúa recibiendo una dosis importante de anticuerpos cuando mama) y a las tres semanas del nacimiento aproximadamente, se transforma en leche madura que es el alimento equilibrado y completo que da al bebé todos los nutrientes que necesita para desarrollarse satisfactoriamente.