Hace un par de días, el genial Nacho Calderón publicó esta entrada donde comentaba su extrañeza sobre el cansancio generalizado que observa en los niños en estas fechas.

Un cansancio sufrido por todos los niños (incluso los bebés que van a la escuela infantil) y a pesar de eso, los padres nos quejamos porque los niños tienen “demasiadas” vacaciones.


¿Y por qué están cansados si se pasan el día jugando? Ya estoy escuchando esa pregunta en la cabeza de muchos padres…Pues es sencillo, están agotados de seguir nuestro ritmo.

Un ritmo que no es sano para los adultos y mucho menos para los niños: madrugar, aguantar 8 horas (o más) concentrado y siguiendo órdenes, extraescolares, deberes, obligaciones…siempre corriendo, siempre necesitando más tiempo y siempre agobiados.

Yo lo veo en mis hijas que cada día les cuesta más levantarse por la mañana. No tienen ganas de ir al colegio, mi hija mayor se ha puesto enferma dos veces en las dos últimas semanas, no tienen tanta energía como antes y a mi me da pena que ocurra esto.

¿De verdad tienen muchas vacaciones nuestros hijos? Nacho comenta en su post que añora los veranos largos de tres meses en el pueblo donde no tenías tiempo de ver la televisión porque estabas demasiado ocupado jugando todo el día…¡viviendo! y la verdad es que muy pocos de nuestros hijos pueden disfrutar eso.

La mayoría tienen que ir a campamentos o escuelas de verano y algunos no tienen ni un mes de vacaciones con la familia. Eso significa que en verano tampoco pueden “descansar” de verdad.

¿Cómo aguantamos hasta el verano?

1. Empatizar: Es sumamente importante que nuestros hijos vean que entendemos lo que les pasa y que nos ponemos en su lugar. Una simple frase “cariño sé que estás cansado pero ya falta poco” puede hacer que el niño pase de sentirse fatal a encontrar fuerzas para seguir adelante

2. Bajar las expectativas:  A veces pensamos que debemos llenar la agenda de mil actividades para que nuestros hijos se diviertan pero muchas veces la cosa es mucho más sencilla. Si los niños están cansados, es posible que prefieran jugar libremente en el parque sin otra pretensión que jugar. No pasa nada si durante un fin de semana no hemos hecho “nada” llamativo siempre que pasemos tiempo juntos.

3. Preguntarle al niño: ¿Y qué pasa si le preguntas al niño qué quiere hacer? quizás ya no quiere ir a extraescolares por la tarde porque se siente cansado o prefiere quedarse en casa dibujando.

4. Dormir mucho: ahora que los días son más largos, a veces los niños terminan acostándose más tarde de lo normal y eso les hace estar todavía más cansados.

5. Pasar tiempo juntos: No haya nada que ayude más a un niño a estar feliz que pasar tiempo con sus padres. Hay mil cosas que podemos hacer juntos: leer cuentos, jugar al escondite, ir al parque, ir a la piscina (pero bañarnos con ellos…estar en la toalla mirando cómo nuestros hijos se bañan no vale), jugar a la pelota, hacer manualidades, hacer pompas, jugar con globos

En conclusión, todos estamos cansados a estas alturas de la película y nuestros hijos todavía más, así que hay que intentar llegar al verano de la mejor forma posible.

¿Y vuestros hijos se sienten muy cansados?