Como todos los lunes contamos con Mireia Long para que nos hable de temas relacionados con la crianza y la educación de nuestros hijos que pueden cambiar nuestra vida a mejor.
Mireia Long es Co-directora y fundadora de La Pedagogía Blanca. Experta en antropología de la crianza y la educación, en pensamiento divergente, en establecer límites sin castigos y comunicación no-violenta, en aprendizaje online y cooperativo, en organización de espacios educativos y en altas capacidades.
Licenciada en Geografía e Historia, profesora, conferenciante, madre homeschooler. Ha trabajado además como periodista, publicista y actriz. Autora de los libros: “Una nueva maternidad” y “Una nueva paternidad”.
Esta semana Mireia nos va a hablar de Altas Capacidades. Un tema que muchas familias están esperando porque nos lo habéis pedido tanto a Mireia como a mi, así que aquí lo tenéis.
¿Puede mi hijo tener altas capacidades?
Me habéis pedido insistentemente que hablemos sobre Altas Capacidades, especialmente después del artículo que publiqué la semana pasada en Allegramag , así que en esta sección en la que colaboró con Maternidad Continuum trataré este tema desde la perspectiva de los padres.
Las familias que tienen hijos ya detectados con Altas Capacidades y que tiene una larga trayectoria en el sistema escolar terminan convirtiéndose en grandes expertos sobre las teorías, métodos y modelos que ofrece la investigación actualmente sobre esta cuestión pero la llegada a este mundo se produce muchas veces desde el desconocimiento y una cierta preocupación.
Nos da miedo que nuestros hijos sufran o que no podamos darles lo que necesitan para desarrollarse plenamente. Y quiero tranquilizaros. Las Altas Capacidades existen y pueden ser fuente de enorme felicidad, placer y, sin duda, con el apoyo y el acompañamiento necesario, pueden ser la base de una vida satisfactoria en la que esos dones se conviertan en talentos y búsqueda de la excelencia (no me refiero a la puramente académica)
Realmente las altas capacidades y el desarrollo del talento son uno de los campos que más investigaciones están aunando en la actualidad. Podéis leer sobre ello en numerosos libros, documentos y revistas especializadas, sin embargo no quiero hablar de erudición o conocimiento profundo de los campos de trabajo de los expertos. Vamos a lo que más os preocupa.
¿Existe un esfuerzo investigativo en Altas Capacidades que hace que este concepto pueda verse desde diferentes perspectivas? Por supuesto que sí.
¿Existen modelos que hacen considerar superado el identificar altas capacidades con un CI determinado? Por supuesto que sí.
¿Existen intentos para que el sistema educativo se adapte a las necesidades de los niños con Altas Capacidades? Ciertamente.
¿Hay que conseguir que mejore la actual detección tan deficitaria? De eso no cabe ninguna duda.
Sin embargo la realidad es esta: sigue habiendo un número mínimo de niños de Altas Capacidades detectados y un número mínimo de adultos que sepan que las tienen.
[Tweet “Sigue habiendo un número mínimo de niños detectados con altas capacidades. Mireia Long”]
Hay una gran ignorancia en la sociedad y a veces incluso entre los educadores sobre cómo detectar unas posibles Altas Capacidades, sobre cómo ver en un niño la posibilidad de que las tenga y cómo conseguir ayudarle para que esas dotes se desarrollen y se concreten y tengan fruto.
Pero además es que incluso si todas las variables anteriores se dan sucede que el tipo de medidas de apoyo que se les ofrece no suelen ser demasiado imaginativas ni creativas por falta de formación específica de los docentes o, sobre todo, por falta de presupuesto y dotación humana de apoyo complementario.
Puesto que sé que este tema nos va a ocupar más de una semana vamos a poder ir viendo cada aspecto de forma más pormenorizada así que hoy me centraré en explicaros cómo podemos los padres hacer una primera detección de un posible caso de Altas Capacidades en la primera infancia.
Generalmente son los padres los primeros que se dan cuenta de que hay algo diferente en el niño, especialmente si han estado antes en contacto con niños o si tienen más hijos. Rara vez, al menos esta es mi experiencia, van desencaminados y siempre, en mi opinión, los profesionales deben escucharlos y atender su inquietud o sus preguntas.
Puede ser el primer paso para una llamada de atención y, a partir de ahí, dar paso a los profesionales de la psicología especializados que son quienes, en realidad, tienen las herramientas, experiencia y test para determinar cada caso particular.
Os quiero contar que, además, en muchas ocasiones, si alguno de los padres, especialmente la madre tiene Altas Capacidades alguno de sus hijos las presentará. Aunque lo que sucede más frecuentemente es que después de darse cuenta de que el niño tiene características especiales y se produce una detección efectiva, los padres empiezan a atar cabos y a reconocer cosas de su infancia, y si llegan ellos hacer pruebas es posible que alguno de ellos tenga también Altas Capacidades sin haberlo sabido nunca.
Y entienden mejor muchas cosas sobre ellos mismos y sobre su infancia.
Una de las cosas más emocionantes que me ha pasado en mi trabajo fue hablar con una madre que me contaba que no se sentía preparada para acompañar el aprendizaje de sus hijos y que por eso había acudido a los cursos de la Pedagogía Blanca.
Consideraba que como no había tenido la oportunidad de terminar los estudios, había tenido muchos problemas en la escuela y de aprendizaje y no había estudiado, no tenía los conocimientos y habilidades necesarias y eso le preocupaba. Desde luego no era una ignorante pero su trayectoria escolar y personal, y el que siempre se piense que una mujer muy bella (es modelo y actriz profesional) no es inteligente, tenía dudas.
Entonces empezó a contarme cosas sobre su hija. Una niña precoz y brillante con muchas posibilidades de tener AACC, y al empezar a contar como ella había pasado su infancia y su juventud, como había salido del lugar donde creció y había vivido por todo el mundo teniendo una carrera exitosa como modelo y actriz, sus problemas de aprendizaje… realmente cuando hablabas con ella te dabas cuenta de que era una mujer de intelecto certero, reflexiva, intuitiva, autónoma y con una gran capacidad de recopilar y analizar datos. Era muy inteligente y muy sabia, con una gran humildad y un enorme potencial.
_ “Posiblemente debamos acudir a un especialista para determinar si tu hija tiene Altas Capacidades son que creo que podrías investigar si tú también lo eres.”
Cuando ella era niña no supieron acompañarla, ni descubrirla, no pudo desarrollar todas sus capacidades y desconocía sus talentos, había desarrollado hasta problemas de aprendizaje y esto llegó a afectarle emocionalmente. Así que el propio descubrimiento de sus hijos le permitió comenzar una nueva manera de verse, trabajar, reconstruirse y sacar todo el enorme potencial que llevaba dentro y que hoy aplica a un proyecto personal de gran valor.
Marcela Angarita hoy lidera un proyecto llamado “Un modelo de mamá” en el que hace difusión y apoyo a la crianza y educación respetuosas, la Pedagogía Blanca y el homeschooling. Podéis conocerlo en este grupo de Facebook.
Signos que nos pueden alertar sobre un posible caso de Altas Capacidades en la primera infancia
Muchos niños de altas capacidades son precoces en su desarrollo sin embargo hay que señalar que no todos los niños precoces serán luego detectados como de altas capacidades y no todos los niños de altas capacidades han tenido un desarrollo precoz.
A pesar de esto es cierto que en la mayoría de los casos se pueden señalar algunas características desde la primera infancia y hablaremos de ellos la semana que viene.
Un tema interesantísimo!!! no sabía que podía ser hereditario!!?? me quedo a la espera de la semana que viene.
Sí!!! tener un padre o madre con altas capacidades aumenta mucho las probabilidades de serlo 😉
Me parece muy interesante y con ganas de leer el de la semana que viene! Saludos!!
Gracias!! el lunes lo publico 🙂
A nosotros ya nos han ido “avisando” de que Laura tiene todas las papeletas. Y a veces no sabes si alegrarte o echarte las manos a la cabeza y salir corriendo, ya que el sistema educativo no parece estar muy preparado para estas cosas.
En fin, seguiré atento a ver que nos contáis la semana que viene.
Hola!
mi hija pequeña está diagnosticada desde hace un año y me pasó como a ti…que no sabía si alegrarme o preocuparme porque es cierto que nuestros colegios y nuestro sistema educativo no tiene herramientas para motivar a estos niños.
Al final me he dado cuenta de que es un regalo maravilloso. ¿Hay que pelear más para encontrar un cole que se adapte a mi hija? sí, pero cuando lo hemos conseguido no podemos estar más orgullosos de ella 😉
Un abrazo y ánimo!
Gracias por el post. Yo estoy diagnosticada desde pequeña como altas capacidades. Ahora creo que mi hijo de 5 años (el mayor) es igual que yo. Va a clases de pintura por recomendación de sus profesores y con 4 años aprendió a leer ya escribir mirando cuentos. Lo que pasa es que hasta primaria no le hacen las pruebas en el cole y por privado me vale una pasta. Me han pedido más de 400€ por hacerlas…