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Hoy comienza la “La semana por la Conciliación” y las quedadas tuiteras para conseguir que se nos escuche, para intentar cambiar las cosas porque merecemos disfrutar de nuestra familia y trabajar.

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Para hacer mi homenaje particular a las familias que luchan por conciliar he pedido testimonios de conciliación o de NO conciliación y !he recibido muchísimos! De hecho, tengo tantos que los voy a ir colgando en varios post durante toda esta semana.

Porque luchar por la conciliación es cosa de todos y toda la sociedad se beneficiará de nuestra lucha.

Aquí te dejo los testimonios:

MayteFLurbeMayte F. Lurbe (Farma Ecológica y Renovatio)

Como farmacéutica adjunta tenía un trabajo que me tenía fuera de casa en jornada partida, de 9 a 13:30 y de 16:30 a 20 horas.

Llegó un momento en el que trabajaba en una oficina de farmacia que me requería una hora de camino para llegar y otra para volver, con lo que al salir de casa mis hijas estaban durmiendo y al volver también. Así no las veía despiertas más que los sábados desde las tres de la tarde hasta el domingo por la noche.

El día que mi hija Rebeca me dijo “mamá!!! estás en casa con nosotras!!!” me quise morir.

Al poco me quedé embarazada de Ciro y decidí que no quería volver a separarme de mis hijos de esta manera, así que decidí emprender online.

Gracias a mi trabajo online puedo atender a mis hijos tal y como yo quiero y ellos necesitan.

Silvia_DzSilvia Dz (Ser trimadre toda una aventura)

Embarazada de 5 meses hicieron un ERE en mi empresa y mi departamento desapareció.

A mí me mandaron a casa pero los sindicatos consiguieron que me pagaran como si estuviera en plantilla hasta que finalizara mi baja maternal.

Mis compañeras encontraron trabajo al mes siguiente de echarnos a la calle pero yo no pude hacer entrevistas ni buscar trabajo hasta que di a luz y para entonces entre unas cosas y otras en mi sector se habían complicado bastante las cosas.

Pero mira, al final no hay mal que por bien no venga y gracias a eso pude volcarme con la crianza de mi hijo. De otra forma hubiera ido de cabeza a una guardería a las 16 semanas y en horario ampliado porque yo salía de trabajar a las 20:00.

Nunca estaré suficientemente agradecida a ese ERE, aunque en su momento viera las cosas muy negras.

Shirley García

Empecé a trabajar el 8 de enero y el cumplía 4 meses el día 11.

Trabajo por la tarde, en total 5 horas. No podía sacarme leche en la tarde así que pasaba la mañana sacando para que tuviera por la tarde.

Sacaba cada hora durante 10 minutos en cada teta (en un lapso de 4 horas) para tener un biberón de 125 ml de leche y al llegar de trabajar, me sacaba de una teta y le daba la otra. Esa leche la guardaba por si acaso necesitará otra.

Hasta que mi hijo tuvo un año, por la mañana estaba conmigo (de lunes a jueves) fin de semana completos y y por la tarde con su padre.

Mi marido empezó a trabajar por la tarde un par de horas y se quedaba con los abuelos paternos.

En unos días cumple 2 años y hemos podido criarlo sin necesidad de guarderías pero con el apoyo de la familia paterna (porque la materna no vive cerca).

Anónimo

Fui de nuevo madre el pasado mes de octubre y como soy profesora interina (de Escuela de Idiomas) me incorporé a mi nuevo centro en el mes de septiembre.

Llegué y lo típico, reparto de horarios y grupos, todo bien hasta aquí.

No tardé en coger la baja ya que estaba ya de 33 semanas y con contracciones desde la 28.

Una semana después de estar de baja me llega un e-mail de la directora diciéndome que me cambiaban el horario y los grupos. Tendría que llevar yo sola el 90% del departamento de francés cuando me incorporara.

Intenté negociar pero no hubo negociación. Mi marido está todo el día fuera de casa y en otro destino diferente al mío así que me vi en la obligación de renunciar al trabajo para dedicarme a mis hijas.

La historia no termina ahí.

En primavera volvemos a pedir destinos para este curso que entra y en verano nos dicen los destinos.

¡Ostras que suerte me dan mi petición número 1! Incluso nos hemos comprado una casa allí porque es donde nos viene bien a los dos ¿Qué bien no? Pues no, una compañera me informó que la persona que viniera de francés iba a tener que llevar el departamento de francés casi en su totalidad y una jefatura de departamento.

Así que hablo con el director y le digo que la carga de grupos que iba a tener en comparación con los demás compañeros iba a estar muy desproporcionada y que además mi marido está todo el día fuera de casa y yo me tengo que ocupar de las niñas además del trabajo, a lo que me responde que mi situación personal, la cual no le interesa lo más mínimo, es similar a la de cualquier mortal y que eso e lo que hay.

Así que con gran dolor y mucha ansiedad, me he visto una vez más obligada a renunciar para que nuestra vida familiar no fuera un infierno y el trabajo se llevara todo por delante.

Y por último te cuento que para que el curso próximo no me suceda lo mismo me voy a ver obligada a tener que pedir una reducción de jornada (sin querer) para poder compaginar familia y trabajo porque de esta manera no me pueden poner la carga de grupos que ellos desean.

MeniMeni (Meninheira.com)

En cuanto vi amis hijas, comprendí que no quería separarme de ellas ni un segundo y -ante la perspectiva de institucionalizarlas- decidí quedarme con ellas y dedicarme a su crianza y educación al 100% Gracias a ellas empezó mi emprendimiento 😀

Así que mi conciliación fue quedarme en casa XD.

andrea_moranteAndrea Morante (Cool and carry)

Cuando estaba embarazada de mi primer hijo trabajaba para una subcontrata del Ayuntamiento dando clases de idiomas y también para una academia. Eran pocas horas pero por circunstancias era el único sueldo que entraba en casa. Mis contratos eran por obra y me daban de baja cada trimestre, para volver a darme de alta al empezar de nuevo la semana siguiente.

La subcontrata me dio de baja al empezar la semana santa, a unas 3 semanas de parir y la academia, estando de 40+1.

Al parir y como el permiso de trabajo de mi marido no llegaba y yo no tenía ni derecho a paro, ni baja ni nada, me reincorporé a la subcontrata en los cursos de verano, teniendo mi bebé 7 semanas. Tenía 3 horas de clase cada día en horario variable de mañana y tarde.

Fue el peor mes y medio de mi vida, mi marido me bajaba al bebé a clase llorando como un loco para darle teta en los descansos. Estuvimos así hasta que cumplió unos 10-11 meses. Luego he dado clase otro año pero ya no era el drama.

El caso es que entre todo esto decidí abrir mi tienda online de porteo y accesorios para niños. Fue una paliza porque me curré toda la web, 3 cursos de formación etc. con un bebé muy pequeño a mi vera y me perdí muchas cosas. Pero lo conseguimos, estoy de 33 semanas y de la pequeña no me separaré ni a las 7 ni a las 16.

Prometí firmemente que no volvería a vivir lo mismo NUNCA MAS y mira, valió la pena.

Abril Abad

Soy de profesión Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería.

Antes de ser madre, trabajaba en un hospital a jornada completa por las tardes.

Mi marido es enfermero de profesión en un hospital también y tiene una jornada de 10 horas nocturnas, una semana hace guardia 2 noches y la siguiente semana 5 noches.

En ocasiones tiene que hacer una o dos noches mas, según su jefe tenga la agenda de personal. Así que mi marido duerme por el día y a mi no me quedó mas remedio que dejar mi trabajo para poder cuidar a los niños, ya que no tenemos familia cerca ni a nadie de confianza a quien dejárselos, las guarderías de nuestro barrio están desbordadas de niñ@s y muchos de ellos son desatendidos a ratos, así que no ha sido para nosotros una opción.

Además, si mi marido tiene que dormir por el día y no está por la noche y yo tengo que trabajar por la tarde, los niños apenas nos verían a ningunoy por otra parte mi hora de salida del trabajo, era justo la misma hora de entrada de mi marido a su guardia.

Hace unos 4 años empecé un emprendimiento como costurera, el cuál no pude sacar adelante, porque no ganaba lo suficiente para pagar autónomo y con los dos niños bajo mis cuidados, apenas tenía tiempo para sentarme y centrarme en los encargos que tenía, y tampoco podía permitirme pagar una canguro.

Yo ahora me encuentro perdida emocionalmente, me veo sin futuro laboral, mi marido no puede pedir una reducción de jornada ni un cambio de turno, porque supondría una considerable bajada de sueldo y nos acarreara dificultades económicas.

Con la situación laboral en España actual, el trabajo que yo pueda conseguir seríaa muy inestable, se me están pasando los años haciendo el trabajo mas bonito del mundo que es cuidar a mis hijos, pero no está bien valorado ni remunerado, no me llena el currículum y además me cierra puertas en el mercado laboral conforme pasa el tiempo.

Inma Ren (Inma Manitas)

Con gemelos y teniendo en cuenta que en mi pueblo no hay guarderías públicas, decidimos que sería mejor el construir un trabajo a nuestra medida.

Abrí mi negocio online. Tenemos una web y mediante la tienda vendemos chupeteros, collares de lactancia y artículos relacionados con la infancia.

Nos adaptamos a los horarios de los niños, es decir, producimos en horas donde ellos duermen. Así concilio el trabajo con ellos.

Ya que otra forma era imposible tener horario de jornada partida y pagar más de guarderías que de salario. Además de estar los niños fuera de casa todo el día.

jenifer pintoJenifer Pinto (Mamá con apego)

Cuando me quedé embarazada vivía en casa de mis padres y aquí sigo aun que si todo va bien pronto nos iremos, pero básicamente cuando tuve a mi peque y fue creciendo sentía que no podía separarme de ella, que ella necesitaba de mí.

Mi marido es el que trabaja fuera en lo que encuentra y como no son trabajos fijos no hemos podido irnos de casa de mis padres.

Yo me puse a mirar, me abrí el blog y la página de crochet, donde hago cositas a crochet para los peques, ahora con suerte mi marido ya entrará en un curro fijo, y yo estoy inscrita para hacer la formación continuum así poder abrir mi propio emprendimiento de lo que realmente me apasiona y trabajar desde casa aportando dinero yo.

dessiree_martinezDessiree Martinez (Familia en tribu)

Desde el inicio de nuestra relación sabíamos que alguien se quedaría en casa a cuidar niños si los había.

Durante un mes, el mes número 11 de Priscy (mi hija mayor) tuve que salir a trabajar pues era necesario y mi marido se quedó con la niña, traté de seguir amamantando y fue difícil pero lo logramos. Fue un mes muy difícil para mí. Nos extrañábamos mucho mi nena y yo, así que decidimos en cuanto se pudo que yo regresara a lo de antes, emprender en algo que me permitiera quedarme en casa o con ella cerca.

Empecé en el multinivel pues no había otra cosa donde permaneciéramos juntas. Después aprendí a pintar a los niños en las fiestas y yo trabajaba y Priscy se divertía. Además salía con pastel y regalo de la fiesta jajaa. Después hice manualidades, mesas de postres para fiestas, cursos, etc.

Siempre con mis hijas a cuestas.

¿Qué te parecen estas historias  de conciliación? Durante toda la semana publicaré muchas más 😉