La lactancia materna ofrece todos los nutrientes que necesita un bebé y en cantidad suficiente. Lo habitual es que esto sea así, aunque el miedo a no producir suficiente leche es bastante habitual entre las madres lactantes y este miedo muchas veces es provocado por desconocimiento, presión del entorno o falta de confianza.

Sin embargo hay ocasiones en las que hemos visto que realmente existe algún problema que provoca que el bebé no esté ganando suficiente peso y necesita suplementación.

¿Cómo saber si mi bebé necesita suplemento?

Generalmente lo que se suele mirar es, además del peso, el estado general del bebé: que no esté apático, excesivamente adormilado, con hipotonía (tono muscular bajo), etc.

También se miran los pañales que mancha el bebé porque si necesita hacer caca es que está comiendo y si hace pis es que está hidratado.

Durante el primer mes de vida del bebé, debe manchar al menos un pañal de caca al día y de cinco a ocho pañales de orina.

También se mira que mame al menos ocho veces al día (de día y de noche) y que la lactancia sea a demanda para asegurar que la producción de leche se ajusta a esta demanda.

Y por supuesto se mira el peso del bebé.

Los bebés siempre pierden entre el 5 y el 7% del peso al nacimiento durante los dos o tres primeros días de vida y poco a poco lo van recuperando. Esta pérdida de peso sobretodo se debe se debe al meconio (primera deposición del bebé) y a la orina del recién nacido (que puede ser bastante sobretodo si el parto fue largo y la madre tuvo mucho suero).

Si el bebé pierde más del 10% del peso o no ha recuperado el peso del nacimiento a las dos semanas se considera que hay un problema y generalmente suele hacer falta la suplementación.

Además se considera que un bebé menor de seis semanas debe estar ganando al menos 20 gr. al día, así que si se observa que el bebé gana menos peso, suele ser un indicativo de la necesidad de suplemento.

Resumiendo, la suplementación suele ser necesaria en estos casos:

  • Bebés que no hacen al menos 8 tomas de pecho al día
  • Bebés demasiado adormilados y apáticos
  • Bebés que no manchan un pañal de caca al día y entre 5-8 pañales de pis
  • Bebés menores de seis semanas que no ganan al menos 20 gr. al día
  • Bebés que pierden más del 10% del peso del nacimiento
  • Bebés que no han recuperado el peso del nacimiento a las dos semanas de vida

Métodos para suplementar

Biberón

El método que más se usa para ofrecer los suplementos a los bebés que los necesitan suele ser el biberón, sin embargo no es el más adecuado en el caso de bebés que toman pecho porque pueden producir una confusión en el bebé a la hora de succionar y se ha visto que hay bebés que terminan rechazando el pecho porque sacar la leche del biberón no requiere esfuerzo y porque obliga a colocar la boca y la lengua de forma diferente.

Si no hay más remedio que utilizar un biberón se puede optar por los biberones que están pensados para bebés amamantados que ofrecen más resistencia para extraer la leche o mejor aún, utilizar el método Kassing:

Con este método ofrecemos el biberón de la forma más fisiológica posible colocando al bebé de forma horizontal, usando una tetina larga y estimulando el reflejo de búsqueda del niño.

Dedo jeringa

Con una jeringa (sin aguja) y nuestro dedo limpio podemos ofrecer el suplemento que necesite nuestro hijo de una forma muy sencilla.

Se trata de introducir la jeringa en la comisura del labio y un dedo en la boca (el dedo debe llegar hasta el punto en el que empieza el paladar blando). Cuando el bebé succione se administra un poco de leche para que sea el bebé el que controle la cantidad de leche que come y lleve su propio ritmo.

Cuando el bebé deja de succionar, dejamos de administrar leche.

Este sistema se utiliza mucho en casos de bebés con problemas de succión y deglución porque la succión que realiza el bebé es similar a la que realiza cuando mama del pezón de su madre.

También se usa mucho en recién nacidos cuando los suplementos que se dan son pequeños (porque su estómago es muy pequeño).

Vasito

Los bebés pueden beber en vaso desde recién nacidos y a mi me parece un método de suplementación muy bueno, porque es sencillo y no requiere comprar nada especial.

Como se ve en el vídeo no hay que levantar demasiado el vaso para no agobiar al bebé, con que apoyemos el vaso en el labio inferior es suficiente y así dejamos que el niño lleve el ritmo que desee.

Relactador

El relactador consta de una bolsita con leche (de fórmula o materna extraída) y un tubito muy fino que se introduce en la boca del bebé mientras succiona el pecho.

Es la forma más efectiva de estimular al mismo tiempo la producción de leche de la madre y la succión del bebé (porque cuando mama obtiene leche y no se frustra) por eso se recomienda en casos de hipogalactia de la madre o en casos en los que se necesita estimular la producción de leche.

En cualquier caso, sea cual sea el método empleado para la suplementación es conveniente ofrecer primero el pecho y después el suplemento para no poner en riesgo la lactancia materna.

Y si tienes muchas preguntas o no sabes qué método emplear, no dudes en buscar una asesora de lactancia o IBCLC para que te ayude.

¿Has suplementado a tu hijo? ¿qué método has empleado para ello?