En la madrugada del viernes pasado, falleció el bisabuelito de mis hijas (abuelo de mi marido) a los 90 años de edad. Estábamos pasando unos días de vacaciones en Málaga y tuvimos que salir rápidamente hacia Valencia para poder asistir al entierro y poder despedirnos de él en condiciones.

Cuando desperté a mis hijas el viernes por la mañana y les expliqué lo que había ocurrido quería que entendieran que era absolutamente necesario cortar las vacaciones, anular los planes que teníamos (para ir al cine, para visitar un zoo…) y hacer un viaje urgente de 8 horas para poder despedirnos del bisabuelo.

Además, no sabía cómo se lo iban a tomar…¿se pondrían tristes? ¿estarían indiferentes por no entender lo que es la muerte?

Mi hija pequeña (2 años) no entendió muy bien lo que le estaba explicando. Le dije que el bisabuelito ya no iba a volver, que estaba como dormido pero para siempre. Que ya no estaba enfermo ni le dolía nada, pero que ya no podríamos ir a verlo a su casa nunca más.

A mi hija mayor fue mucho más fácil hacerle entender lo que significa la muerte de un familiar, aunque no es un tema sencillo de hablar, ni siquiera para los adultos.

Una vez superado el trance, me he puesto a investigar lo que dicen los expertos sobre este tema y he descubierto algunas cosas interesantes.

¿Qué es la muerte?

Todos los psicólogos infantiles recomiendan explicar con palabras sencillas pero sin mentirijillas lo que significa morirse, es decir, es conveniente decir que es el fin de la vida.

Independientemente de las creencias religiosas de cada uno, el niño debe entender que cuando una persona se muere deja de respirar, no es posible verla de nuevo y su vida tal y como la conocemos nosotros, ha terminado.

¿Por qué se ha muerto?

En un caso como el mío, que era un anciano que se puso malito hace unas semanas, era sencillo de explicar, pero en los casos en los que muere gente joven o que la muerte es inesperada es mucho más difícil de entender.

En realidad, todos vamos a morir algún día ya que la muerte forma parte de la vida, pero solemos apartarla de nuestro día a día e incluso no pensamos en ella como si no existiera y como si no nos fuera a pasar a nosotros.

Yo intenté explicarles a mis hijas, que la causa de la muerte fue la enfermedad, pero el por qué es que todos tenemos que terminar nuestra vida en algún momento.

¿Y cuando nos morimos no queda nada de nosotros?

A muchos niños les angustia el hecho de que todo desparezca de nosotros cuando nos morimos (cosa bastante lógica por cierto).

Podemos explicarle que quedan las fotos, los recuerdos y el amor por esas personas vivirá para siempre en nuestros corazones.

Es bueno acordarse de los seres queridos que han fallecido porque eso los hace seguir vivos en nuestra mente.

¿Y yo me voy a morir?

Muchas veces cuando el tema de la muerte sale a relucir, los niños temen su propia muerte o la muerte de sus padres.

En general se recomienda no decir mentiras como “tranquilo que yo no me voy a morir nunca” o “hasta que no seas viejo no te morirás”.

Hay que intentar explicarles la verdad pero de una forma sencilla. Como por ejemplo, decirles que la mayoría de las personas se mueren cuando ya son viejitos, pero hay algunas personas jóvenes que también se mueren.

Muchas veces, los niños sólo tienen curiosidad y cuando obtienen una respuesta siguen jugando como si nada. En otras ocasiones, temen por la muerte y necesitan preguntar una y otra vez sobre estos temas, así que no queda otra que tener paciencia y contestar una y otra vez lo mismo.

¿Y vosotros cómo les habéis explicado a vuestros hijos el tema de la muerte?