Hace ya unos meses que mi amiga Mónica Alvarez (autora del libro El Ombligo de Atenea, coautora del libro Las Voces Olvidadas y autora de los blogs Duelo Gestacional y Perinatal)  y yo misma hicimos una especie de experimento en el que hacíamos esta misma pregunta a a nuestros lectores ¿se puede considerar violencia una crítica a la crianza?.

Muchísimas personas contestaron en nuestro experimento (mil gracias a todos!), otras mamás blogueras contribuyeron con su opinión y ahora nos toca el turno a nosotras para analizar esos comentarios y sacar nuestras propias conclusiones.


Después de revisar despacito los comentarios del post en el que consultábamos a la gente, he llegado a la conclusión de que las críticas hacia la crianza de los padres si se pueden considerar violencia porque la persona que las recibe (normalmente la madre) se siente atacada, dolida, herida y muestra signos de haber sufrido violencia: ansiedad, indefensión, obsesión y necesidad de dar vueltas al mismo tema…

La violencia sin intención

Sin embargo, en defensa de los criticones tengo que admitir que creo que la mayoría ejerce esa violencia sin intención de hacer daño. Dicen que en España criticar es el deporte nacional y la verdad es que cada vez esoy más de acuerdo con esta frase.

Por lo que he visto en nuestro experimento las críticas suelen ocurrir por estos motivos:

Por llenar un silencio: las personas que no saben qué decirte normalmente te comentan algo de tu hijo sin darse cuenta que te puede molestar su comentario. Aqui entran los típicos desconocidos que te dicen algo en la cola del súper o en el parque

En defensa propia: algunas personas que trataron a sus hijos de una forma diferente a la tuya, necesitan reafirmar que tu forma de hacerlo es errónea porque así en su cabeza ellas lo hicieron bien. Este tipo de personas necesita reafirmarse constantemente y si validan tu forma de hacer las cosas es como si admitieran que se equivocaron (y no tendría por qué ser así, pero su subconsciente les domina)

Por ansisas de poder: algunos profesionales sanitarios o familiares con cierta edad consideran que pueden opinar de cualquier cosa porque tienen poder para ello y no piensan en ningún momento que hay cosas sobre las que no se debe opinar y que ellos no tienen ningún poder para entrar en la vida de los demás

Cualquier tipo de crianza recibe críticas

Hagas lo que hagas vas a recibir alguna crítica negativa eso seguro.

Aunque la crianza consciente y respetuosa con el niño suele recibir muchas más (en proporción) por ser más minoritaria.

Pero tengo constancia de mamás que crian de forma muy tradicional que también son muy criticadas, el caso es que nunca llueve a gusto de todos.

Depende mucho del receptor, del emisor y del momento

Revisando los comentarios también he comprobado que hay personas fuertes emocionalmente y seguras de sí mismas a las que no les afectan los comentarios negativos ni las críticas, así que supongo que depende mucho de la persona que recibe la crítica.

Incluso una misma persona en situaciones distintas recibe las críticas de distinta forma. Yo misma, sin ir más lejos, recibía las críticas de distinta manera cuando era primeriza que cuando fui mamá por segunda vez.

La primera vez que fui mamá me afectaba todo, en seguida dudaba de mi misma y podía estar horas dándole vueltas a la más pequeña de las tonterías. Con mi segunda hija me resbalaba todo mucho más e incluso era capaz de encontrarle el punto divertido a las críticas.

Por otra parte no es lo mismo escuchar una crítica cuando estás recién parida con las hormonas locas y la emotividad a flor de piel que cuando tu hijo ya tiene cuatro años y te sientes más fuerte.

También he visto que depende mucho de la persona que hace el comentario negativo. Las críticas más dolorosas son las que hace la propia familia o los amigos muy íntimos porque la mamá espera comprensión y apoyo y sin embargo recibe malos comentarios.

En conclusión

La maternidad es un proceso complicado aunque muy gratificante y lo que necesitan las mamás ( y los papás también) es mucho apoyo y cariño.

Los comentarios negativos (este niño está malcriado), las profecías negativas que no tienen por que cumplirse (nunca dejará la teta o nunca lo sacarás de tu cama), las opiniones no solicitadas (no lo cojas tanto en brazos que se acostumbra), las falsas preocupaciones (si lo llevas en la mochila te vas a machacar la espalda) y las faltas de respeto (¿todavía le das teta? le vas a amariconar) no son necesarios.

Cada uno en su casa lo hace lo mejor que puede, así que gracias por venir pero no se permiten las opiniones 🙂

¿Y vosotros sufrís muchas críticas a la crianza?