Al convertirnos en mamás muchas veces nos vemos como centro de todo tipo de opiniones y comentarios, mas la falta de apoyo de gran parte de la sociedad o del ambiente laboral, familiares y hasta el pediatra.

En ocasiones parece que todo va cuesta arriba y que todo es una batalla constante.

Por eso te digo, elige tus batallas.

No tienes que responderles a todos, no tienes que “ganarle“ a todos, la maternidad es una carrera tipo maratón, a largo plazo y exigente, necesitas usar tu energía con sabiduría y aplicarla en lo que vale la pena.

Porque no te va a ayudar en nada el desperdiciar tu energía en batallas con personas con quien posiblemente no vale la pena o que no lograrás nada mas que discutir y malgastar tu energía y cansarte cada vez más.

Con esto no te estoy diciendo que debes asentir y acatar todas las opiniones e intervenciones que no quieres en tu vida y ser dócil.

Simplemente el consejo es que las dejes pasar si no valen la pena gastar tu energía, hay personas o situaciones que no vale la pena entrar en confrontación, no por ellas, por ti y por cuidar tu energía y tu bienestar emocional.

¿Cómo puedo hacer esto?

No es fácil y se que mucha gente opina por opinar, a veces opinan desde su ignorancia, a veces si es con maldad.

Con las primeras se puede de alguna forma asumir que desde su ignorancia o falta de información tratan de “ayudar” y mientras no intervengan directamente o te moleste puedes darles por su lado o asentir y seguir haciendo lo que mejor te parezca.

En ocasiones es mejor tener un poco de “sordera selectiva”, hacernos las locas y seguir tranquilamente con nuestras vidas, no tenemos que reaccionar a todo, ni tenemos que educar a todos.

Hay personas que sí hacen los comentarios con mala fe o ganas de lastimar o incomodar, con ese tipo de personas no vale la pena gastar nuestra energía tampoco, porque son personas que esperan una reacción de nuestra parte, así que si reaccionamos, nos ofendemos, nos molestamos o respondemos ellas habrán logrado su objetivo.

En cambio, hay personas con quienes sí tienes que tomar una actitud mas firme y poner límites, ya sea verbalmente o poniendo distancia físicamente, evitando visitarlos o estar cerca de ellos, diciéndoles claramente “te agradezco tu opinión, es muy interesante pero las decisiones sobre la crianza/lactancia de mi hija o hijo nos competen a nosotros” y listo.

No podemos educar a quien no quiere ser educado, nos conviene informarnos sobre lactancia y crianza para estar seguras de nuestras decisiones y adaptarlas a la realidad de nuestra familia y situaciones, pero para alguien que no está interesado por mas datos que les demos seguirán opinando o tratando de intervenir en nuestras decisiones.

Simplemente pregúntate, ¿la opinión o comentario de esta persona la recordaré mañana o la semana próxima? muchas veces la respuesta es no, y podemos guardar nuestra energía para concentrarnos en algo mas importante, la crianza y bienestar de nuestra hija o hijo, o en nosotras mismas.

Ahora opinan sobre si lo coges mucho en brazos o poco, si ya está grande para la teta, si les das gusto en todo, después sobre la educación que le das, y así seguirán por siempre, terminarán opinando si escogió ingeniería biomecánica en vez de contable como su abuelo, o sobre el peinado de su novia, no lograrás vivir sin alguien dando su parecer sin ser consultado.

Te va a costar mucho disfrutar tu maternidad si pasas tiempo en batallas con todos los demás, selecciona tus batallas y enfoca energía en lo que si vale la pena.

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