Las grietas son una de las primeras causas de abandono de la lactancia y no es de extrañar porque son muy dolorosas.
Son heridas en la delicada piel del pezón de la madre que da el pecho, algunas son grandes y otras pequeñas, a veces pueden sangrar y duelen muchísimo porque el pezón está muy irrigado por terminaciones nerviosas.
Generalmente se producen por un mal agarre del pecho por parte del bebé y eso es lo primero que tenemos que revisar si tenemos grietas.
Conseguir un buen agarre al pecho
Los problemas de agarre son los causantes de la mayoría de los problemas de lactancia así que si resolvemos esto, es muy probable que resolvamos todo lo demás.
Se dice la lactancia es instintiva para el bebé pero no para su madre y es por esto que las mujeres tenemos que aprender a colocar al bebé correctamente para que pueda extraer toda la leche que necesite y no nos haga daño.
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En algunas sociedades donde es más habitual ver a madres dando el pecho en situaciones cotidianas no tienen tantos problemas para que los bebés se enganchen a su pecho, pero en las sociedades occidentales, los problemas de agarre son de lo más común.
Bien y ¿qué debemos mirar para saber si tenemos un bien agarre?
- El bebé debe tener la boca bien abierta porque no debe agarrar sólo el pezón, sino también parte de la areola. Para conseguir esto muy fácilmente se puede colocar al bebé y tocar su nariz con nuestro pezón. Así activamos el reflejo de búsqueda y el bebé abre mucho la boca para coger bien el pecho.
- Los labios del bebé deben estar evertidos hacia afuera para poder realizar un adecuado sellado y poder así que la succión sea correcta.
- La barriguita del bebé debe estar colocado tocando la tripa de la mamá (ombligo con ombligo), de forma que la espalda del bebé está recta y su cuello también. La postura del bebé tumbado boca arriba es la típica de biberón y por eso muchas madres colocan así a su bebé para darle el pecho, porque están mucho más acostumbradas a ver cómo bebés toman el biberón que como toman pecho. Girar el cuello para mamar es muy incómodo y además suele dar problemas de agarre así que no es nada recomendable.
- Si la mamá está tranquila y cómoda, conseguirá más fácilmente un buen agarre.
- Si el bebé está en estado de alerta tranquila cogerá bien el pezón con mucha más facilidad que si está llorando de hambre. El llanto es un signo tardío de hambre y conviene ofrecer el pecho antes de que el bebé llore para que no esté nervioso.
- Practicar el piel con piel con el bebé fomenta el agarre correcto espontáneo del pecho.
- El porteo también ayuda a que el bebé no “necesite” llorar para que le den el pecho y hace que tanto el bebé como la madre estén más tranquilos, por lo que facilita el agarre.
Otras causas para las grietas
Si el agarre es correcto pero siguen habiendo grietas y dolor al amamantar habrá que buscar otras causas.
Mastitis
Algunas mastitis pueden producir grietas muy dolorosas.
Normalmente vienen acompañadas de otros síntomas pero en ocasiones la grieta es el único signo visible de la mastitis por lo que hay que tenerlo en cuenta, realizar el cultivo de leche correspondiente y tomar el tratamiento adecuado para eliminar la infección.
Frenillo sublingual
El frenillo sublingual corto del bebé también puede producir grietas y mucho dolor. Es una telita que está debajo de la lengua y que impide que pueda extenderse bien.
El bebé necesita poder sacar bien la lengua para poder mamar correctamente. La lengua del bebé realiza unos movimientos peristálticos que son necesarios para extraer la leche y vaciar bien el pecho.
Si el frenillo se lo impide, se pueden producir muchos problemas: grietas y dolor, poca ganancia de peso del bebé, infecciones bacterianas del pezón, poca producción de leche o al contrario (hiperproducción).
Sin embargo, muchos bebés con frenillo sublingual toman pecho perfectamente porque también depende de la flexibilidad del pezón de la madre, de su tamaño, del tamaño de la boca del bebé, etc.
Si un frenillo está produciendo heridas en el pecho de su madre se pueden probar varias cosas:
1. Posturas de lactancia fisiológica
Las posturas que hacen que el pecho entre muy profundamente en la boca del bebé provoca menos grietas a la madre a pesar del frenillo
2. Cortar el frenillo
El corte del frenillo es una operación muy sencilla pero siempre debe realizarla un sanitario experto.
La mejora en el agarre suele verse muy rápidamente, nada más cortar el frenillo de la lengua del bebé.
Retrognatia
La retrognatia del bebé (cuando la mandíbula inferior está retraída en relación a la superior) también puede producir grietas y heridas en el pecho.
Como la barbilla y la lengua del bebé quedan alejadas del pecho es difícil que el bebé mame correctamente.
Un bebé con retrognatia suele succionar mal, tiende a cerrar mucho la boca y además no aumenta bien de peso (además de dañar el pezón). Al igual que en el frenillo, la posición de caballito puede mejorar la succión ya que introduce más pecho dentro de la boca del bebé.
La retrognatia mejora conforme crece el bebé porque también crece su boca y puede coger mejor el pecho sin dañar a su madre.
¿Cómo se resuelven las grietas?
Hasta ahora hemos visto las causas de las grietas y cómo prevenirlas, pero ¿qué hacer cuando las grietas ya están aquí?
Lo mejor para resolver la grieta es solucionar el problema que la ha causado (mal agarre, mastitis, etc.) y una vez esto esté resuelto, la grieta se curará pronto.
También dejar el pecho al aire ayuda a que la herida se cure antes. Así que mientras se esté en casa se puede ir a pecho descubierto sin problemas.
Asimismo, hay madres que afirman que las grietas mejoran con aceite de oliva.
Por otra parte, para que las tomas sean un poco más cortas y no duelan tanto mientras se resuelven las grietas, se recomienda hacer compresión mamaria. Así la leche sale más rápido y el bebé suelta antes el pecho.
Existe la creencia que las grietas necesitan pomadas de lanolina para curarse (el famoso purelán) pero desde hace ya años se ha visto que no sólo no ayudan a curar antes las grietas si no que retrasan la curación y además aumenta la probabilidad de sufrir mastitis posterior, así que no es un tratamiento recomendable.
Aquí te dejo este meme tan gracioso que hicieron en el grupo Asesoras de Lactancia Online (alumnas mías por cierto, que tengo #orgullodemaestra) para que quede claro lo del purelán:
Yo tuve tales grietas que al succionar la niña se llevaba en ocasiones la piel que queda entre las grietas, haciendo, literalmente, una herida. Ahora tengo un par de pequeñas cicatrices ‘de guerra’, y, seguimos con la lactancia después de 15 meses.
Tuve mucho apoyo, y cada momento que iba a tirar la toalla, la toma era un poco mejor… luego volvía a haber malas, y me volvía a plantear, pero fuimos salvando obstáculos. No tengo la menor idea de qué fue lo que ocasionaron las grietas (3 meses), sí que el labio inferior no siempre lo evertía bien, pero no eran todas las tomas… Sólo sé que no fue nada fácil, y que estuve en grupo de lactancia 4-5 meses…
Yo voy a decir las cosas, aparte del tiempo y experiencia, que hicieron que no lo dejara (con marcas, porque son momentos que necesitas probar exactamente algo que le haya funcionado a alguien)
Mis ayudantes fueron: conchas de Avent (pareces Madonna, pero el pezón se suspende en el aire y no roza… es como magia), parches de hidrogel de la caja azul de usar y tirar(no recuerdo la marca, pero se los regalo a todas las que dan a luz porque fueron la clave), aceite esencial para pezones de pranarom (cuando no es tanto como para los parches de hidrogel, pero notas irritado… sin tener grietas).
Yo no tenía leche en exceso, y los parches de hidrogel pone que son absorventes, pero esto no lo sé, porque nunca necesité que lo fueran. Son EL INVENTO, te lo pones al acabar la toma y notas cómo calman de inmediato. Propician el ambiente de humedad necesario para que cicatrice la grieta, con lo que se curan aunque no des con la causa que las genera.
Con la subida de la leche y el primer mes, las conchas de avent tienen unos monticulitos que hace que salga un poco el exceso de leche y se descongestiona el pecho, otro invento.
El aceite de pranarom no hay que aclarar ni tocar más, con lo que es un avance. Y la niña nunca mamó distinto porque tuviera puesto o no el aceite.
Para las que lo estéis pasando regular… llega el día que das con la causa o que se soluciona sin que la hayas encontrado, lo prometo.
Espero que le sirva a alguien,
Un saludo y ánimo!!!!
* conozco gente, mucha, que nunca ha tenido ni media grieta, eh?! jajajajaja! por si lo lee alguien que aún no haya empezado con esta aventura
Fue mi experiencia exactamente! Sufrí muchísimo el dolor de las grietas y estuve a punto de rendirme muchas veces, hasta que un día, de repente, empezó a dejar de doler! No sé qué hice (probablemente nada) pero todo mejoró y soy muy feliz de no haberme rendido!
Pues yo estoy a punto de tirar la toalla. Según las asesoras de un grupo de lactancia mi niña tiene frenillo tipo 4 y algo de retrognatia, y según un especialista no tiene nada… Y yo tengo un dolor insoportable, hace tomas interminables y si no fuera porque mi niña pone peso, lo habría dejado ya… A mi lactar me duele y no sé q debería haber para disfrutarla… Es muy frustrante