Esta semana estoy hablando sobre los gritos en la crianza: el lunes publiqué un post reflexionando sobre el tema (e indagando sobre las causas de los gritos) y el miércoles hice un facebook live.

Hoy he preparado este podcast en el que te doy 6 motivos para no gritar a los niños, pero si se te ocurre alguno más que yo no haya comentado, me encantará leerlo.

Espero que te guste:

Espero haberte convencido para tomar una decisión en firme para no gritar a los niños porque ese es el primer paso para conseguir dejar de gritar.

Si te ha gustado o crees que puede ayudar a alguien no dudes en compartirlo y si tienes algo que decir, te leo en los comentarios 😉

Y si prefieres leer, aquí te dejo una transcripción rápida del podcast:

Esta semana he escogido el tema de los gritos en la crianza como tema principal en el blog, así que este podcast por supuesto trata de ello y voy a dar mis razones para NO gritar a nuestros hijos.

Como comenté en el post que publiqué el lunes (te invito a leerlo), los gritos muchas veces no se deben al mal comportamiento de nuestros hijos, sino más bien se deben a nuestro cansancio, nuestro agobio o la educación que hemos recibido.

Una cosa fundamental para dejar de gritar a tus hijos es tomar la decisión firmemente y comprometerse a cumplirla.

Es violento

Gritar a otra persona es muy violento. Igual que no gritas a otros adultos que se relacionan contigo (tu pareja, tus amigos, tu jefe, etc.) no debes gritar a tus hijos porque no está bien usar la violencia contra otras personas.

No me vale, eso de que “es que si no grito no me hacen caso”, pues tendrás que buscar otra alternativa. En el mundo adulto no caben los gritos porque no ejercemos violencia entre nosotros, así que en el mundo de tu casa con tus hijos tampoco.

Yo desde luego prefiero tener una familia con la que estar tranquila, feliz, reírme y tener un ambiente familiar sano que tener un ambiente violento. Los gritos son violencia y nos alejan de nuestros hijos. Esto hay que grabarlo a fuego

No son respetuosos

Esto es básico, no habría ni siquiera que explicarlo ¿no? Todos los seres humanos merecemos que nos traten con respeto y nuestros hijos también.

Que sean niños no les quita derechos, es decir no son personas de segunda clase…así que se merecen que les traten correctamente…siempre.

Por otra parte no se puede exigir a un niño que respete a sus padres si estos no le respetan primero ¿con qué cara le dices a tu hijo que no te grite si tú le gritas?

No enseñan nada

O peor aún, si que enseñan algo: los más fuertes pueden gritar y maltratar a los más débiles. Les enseñan que gritar es una forma correcta de comunicarse porque si lo hacen mis padres, es que está bien.

Daña su autoestima

Los gritos dañan la autoestima de los niños y esto es importante que lo sepas. Los niños acostumbrados a que sus padres les griten tienen una autoestima mucho más baja que los niños tratados con respeto.

Les damos un ejemplo nefasto

¿Sabes esa gente a la que han grabado en un momento de descontrol por ejemplo en los realities que cuando se ven a si mismos no se reconocen y se avergüenzan?

Esto es porque no nos gusta ofrecer esa imagen de persona que pierde los papeles ¿verdad? pues piensa que tu hijo te está viendo así, con esa cara desencajada, escuchando tus gritos y viendo tu lenguaje corporal de descontrol absoluto.

Este no es el ejemplo que quiero dar a mis hijas y lo tengo clarísimo.

Los gritos dan miedo

Por el miedo conseguimos que nuestros hijos nos hagan caso, pero el miedo no es una buena razón para conseguir que nuestros hijos hagan lo que les pedimos ¿no crees?

No actúan bien porque crean que se debe hacer así o porque les hayamos convencido…no, actúan como pedimos por miedo a nuestra reacción y a nuestros gritos.

El miedo no es una forma correcta de comunicarse en familia.