Seguro que muchísimas veces habrás leído artículos de expertos en los que hablan de la importancia de que los niños tengan buena autoestima.

Si conoces a personas con autoestima alta seguro que habrás visto que suelen ser más positivos, se sienten capaces de enfrentarse a cualquier dificultad, se sienten bien, no necesitan hacer nada para complacer al resto del mundo porque se gustan tal y como son ¡es lo que todos queremos para nuestros hijos! ¿verdad?

Sin embargo, conseguir que nuestros hijos tengan una autoestima sana no es tan fácil como parece, para empezar porque nosotros mismos normalmente tenemos problemas en ese sentido y ¿no crees?

Y por otra parte, el estilo de vida que llevamos con tantas obligaciones, prisas, horarios…esta sociedad en la que los niños parece que molestan, las críticas que recibimos las madres a todas horas y la necesidad de “quedar bien” que nos inunda, nos dificulta la tarea ¿no crees?

Sin embargo yo creo que se puede lograr, no hablo como experta, sino como madre que se ha equivocado millones de veces y que sigue aprendiendo a hacer bien las cosas, pero para mi lo más importante para que nuestros hijos tengan una autoestima alta es aceptarlos y amarlos como son, sin peros.

Azucena Caballero, madre de tres hijos y co-directora de la Pedagogía Blanca  ha comentado “Lo más importante es que se sientan queridos y valorados por sus padres, que jamás duden de que son amados incondicionalmente y que sus padres están orgullosos de ellos, de que sean sus hijos y de quienes son, independientemente de qué sea aquello positivo que cada niño tenga. A un hijo se le ama por que existe, no hay más. Además, que los padres verbalicen estas cosas es importantísimo.”

Muy parecido a lo que me comenta Carolina García, asesora escolar y co-directora de la Pedagogia Neurodiversalo esencial para tener una idea buena autoestima es amar a los niños por lo que son y no por lo que hacen”.

Y esto, que puede parecer de cajón, no lo es tanto porque cuando hacemos sentir a nuestros hijos que nos los aceptamos, ponemos por encima las obligaciones antes que nuestro amor (el colegio, las notas, el comportamiento en público, etc.), los niños lo notan y su autoestima se ve dañada.

Ahora además están de moda las madres arrepentidas, las que se alegran cuando pierden de vista a sus hijos cuando vuelven al colegio, las que se mofan de las rabietas de sus hijos…

Y con esto no estoy diciendo que no sea sano tener tiempo para una misma de vez en cuando y que no sea normal estar agotadas, cansadas y superadas a veces.

Todas pasamos por momentos complicados porque la maternidad es dura, pero nuestros hijos siempre deben tener presente que los queremos de manera incondicional.

Si hablamos de niños pequeños o bebés, además debemos tener en cuenta la importancia del apego seguro del niño con su adulto de referencia.

María Gómez, directora de La Caracola y educadora social opina “Las principales fuentes de autoestima son: sentirnos amados y bienvenidos al mundo, las relaciones sociales, la percepción libre del propio cuerpo y el estímulo intelectual. Si tuviera que quedarme con uno, sin duda sería con el primero; sentirse amado, una percepción que se desarrolla en base a un vínculo de apego seguro con las figuras principales (madre y padre). Un niño o niña que crece en un círculo de seguridad se relaciona con el mundo y sus obstáculos con una base emocional saludable como punto de partida.”

Sandra Alba, pedagoga y mamá piensa que lo más importante es la mirada consciente “la mirada nos da valor, así; entiendo la mirada consciente como la necesidad de ser vistos y vistas en cada momento, sin las propias carencias infantiles que los adultos y adultas portamos, esta mirada es un vínculo básico que genera confianza, sostén, valor, al mismo tiempo que otorga la seguridad de sentirse amadas y amados”.

Y por último, no debemos olvidar tampoco el hecho de que nuestros hijos se ven a través de nuestros ojos, lo que significa que si nosotros los vemos como personas maravillosas que van a lograr grandes cosas, ellos se verán así también.

Nos dice Azucena Caballeroel hecho de que sus padres esperen de ellos ciertas cosas también es muy importante para mantener una autoestima sana, especialmente en la adolescencia, ya que solo esperas algo de quien crees que lo puede hacer, porque no hay nada más dañino que la indiferencia.”

En este sentido, Gabriela Batisttini, psicopedagoga y creadora del blog Aprendiendo a ser padres Lo más importante para que nuestros hijos tengan una buena autoestima es sin duda alguien que crea en él, porque siempre tengo la seguridad que logrará lo que quiera y llegará adonde se proponga.”

Muy de acuerdo con las reflexiones de Azucena y Gabriela, si tus padres creen en ti, entonces puedes enfrentarte a cualquier cosa.

¿Y qué pasa cuando la autoestima ya está dañada?

Muchas veces escucho a madres que ven que sus hijos no tienen buena autoestima y no saben qué hacer para ayudarles a creer en si mismos.

Es doloroso ver a tu hijo mirarse mal y es una preocupación muy grande el no saber reconducir la situación para resolver este problema.

En este sentido, Silvia Guerrero terapeuta Gestalt y gerente del centro de maternidad Albabia afirma “si la herida que le ha causado el daño en su autoestima todavía no ha desesperanzado del todo al niño, se puede reconducir conectando con él, nombrando lo que le sucede, dándole seguridad y mucha empatía. Que pueda sentirse comprendido y amado para así poder recuperar la confianza.”

Según Gabriela Batisttini la mejor manera de reconducir una autoestima dañada es mediante el afecto porque “autoestima y afecto son las dos caras de la misma moneda, por eso el cariño nunca debe darse por supuesto, porque un niño estimulado afectiva y emocionalmente es un niño seguro de si mismo dispuesto a lograr todo lo que se proponga.”

No olvidemos tampoco a las figuras de referencia que pueden ayudar a un niño a ser más resiliente o como las llama María Gómez las figuras de resiliencia personas que ofrecen un vínculo seguro y estable o un acompañamiento respetuoso y cercano a la necesidad auténtica del niño”.

En mi opinión lo ideal es que estas figuras de resiliencia fuéramos nosotros, sus padres ¿no crees?

Desgraciadamente según la opinión de Silvia Guerrero hay casos que no pueden sanar del todo “Hay casos en los que la heridas es demasiado profunda y no se puede llegar a reconstruir del todo la confianza, con lo que es posible que este niño conforme un carácter con un mecanismo de defensa que le dé seguridad.”

¿Qué opinas? ¿qué es lo más importante para que nuestros hijos tengan buena autoestima?