Te pasas todo el año soñando con las vacaciones, cuando estás agotada cuentas los días que faltan para que llegue el verano, todos los planes quedan postergados para las vacaciones, sueñas con dormir horas y horas en el verano, tienes una idea idílica que las vacaciones familiares…y entonces llega agosto y la realidad es otra.

Hace demasiado calor para salir de casa (aunque alguien dijo que en España este verano no íbamos a tener “verano”), la playa está abarrotada de gente, duermes fatal, tus hijos discuten por cualquier cosa, tu paciencia está bajo mínimos, la casa está hecha un desastre, te gastas un dineral el primer día que vas al parque acuático y los “grandes planes” vuelven a quedar postergados.


Tu verano soñado vuelve a quedarse en un verano gruñón 🙂

Yo creo que todavía estamos a tiempo de cambiar esto ¡aún queda mucho verano! y pienso que debemos esforzarnos en disfrutar de un buen verano en familia para tener un recuerdo maravilloso al que aferrarse en los fríos meses de invierno.

Simplificar

No es necesario hacer todos los días planes ultra complicados y elaborados, muchas veces sólo con nuestra actitud podemos pasar una tarde maravillosa con nuestros hijos…pero ¿cómo?…muy fácil: jugando con ellos!!

Hay mil cosas que podemos hacer con ellos para divertirnos todos, nuestros hijos sólo quieren estar con nosotros y si les regalamos nuestra atención y jugamos con ellos les daremos el verano de su vida.

Salgamos al aire libre, juguemos a la búsqueda del tesoro, vayamos a la playa por la noche a cenar un bocadillo, vayamos al río a bañarnos y chapotear, hagamos una acampada en el salón, hagamos deporte juntos, pensemos en juegos para que todos podamos jugar…

No hace falta gastarse mucho dinero, tampoco es necesario hacer grandes cosas y a veces ni siquiera necesitas salir de casa, sólo hace falta proponérselo.

¿Te animas a disfrutar el verano de tu vida jugando con tus hijos?