En otros post he hablado sobre los beneficios de la lactancia materna para la madre como por ejemplo la menor incidencia de cáncer de mama y ovario entre otras morbilidades.

Para el bebé también existen importantes beneficios o incluso riesgos de no amamantar, como algunos expertos están afirmando últimamente que se debería decir.

Porque si la lactancia materna es la manera fisiológica de alimentar a nuestros hijos, en realidad no es que tenga beneficios, sino que la “otra forma” de alimentar a nuestros bebés tiene ciertos reiesgos y debemos conocerlos.

Algunos de los más importantes efectos de protección de la lactancia son los siguientes, tomando como base uno de los últimos estudios revisando la evidencia realizados al respecto (de 2017) que ha sido realizado por Paulina Brahm y Verónica Valdés del departamento de Medicina Familiar, en la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Diarreas

“Los lactantes alimentados con LM durante el primer año de vida presentan un 30% menos de riesgo de enfermar de diarrea por rotavirus7 “

La diarrea es una enfermedad infecciosa que puede causar la muerte de un bebé en pocos días, la leche materna además mantiene a los bebés hidratados en enfermedades o diarreas y se digiere mejor en esos casos.

Enfermedades respiratorias

“El riesgo de hospitalización por infección respiratoria baja durante el primer año de vida disminuye un 72% en niños alimentados con LME por al menos 4 meses. La severidad de la bronquiolitis por virus sincicial es un 74% menor en aquellos niños con LME por al menos 4 meses comparado con aquellos niños alimentados con lactancia parcial o fórmula exclusiva”

Otitis

“los niños alimentados con cualquier volumen de leche materna tienen 23% menos riesgo de presentar otitis media aguda, y la LME por al menos tres meses disminuye el riesgo de ésta en un 50%, este riesgo es de 63% si se prolonga hasta los seis meses”

Rinitis

“En aquellos sin antecedentes familiares de atopia, la disminución del riesgo de asma, dermatitis atópica y eczema es de 27% al ser amamantados por al menos tres meses, y el riesgo de dermatitis atópica disminuye en un 42% en aquellos niños con antecedentes familiares de atopia alimentados con LME por al menos tres meses”

Asma

“En una RS de estudios realizados en países desarrollados se vio que la lactancia de al menos tres meses disminuye el riesgo de asma en un 27% en aquellos niños sin historia familiar de asma. Los con historia familiar de asma se benefician aún más, dado que la reducción del riesgo llega al 40% en niños menores de 10 años”

Obesidad

“Las tasas de obesidad son significativamente menores en lactantes alimentados con LM. Existe un 15 a 30% de reducción del riesgo de obesidad durante la adolescencia y adultez si existió alimentación con LM durante la infancia, comparado con aquellos no amamantados. La duración de la lactancia está inversamente relacionada con el riesgo de sobrepeso, cada mes extra de lactancia se asocia con un 4% de disminución del riesgo”

Leucemia

“la LM por seis meses o más estaba asociada a un 19% de disminución del riesgo de desarrollar leucemia durante la infancia”

Enterocolitis necrotizante

“Cada diez niños alimentados con LME se previene una enterocolitis necrotizante, y cada ocho se previene una enterocolitis que requiere cirugía o una muerte por ésta”

Enfermedad celiaca

“La LM también tiene un rol protector sobre la enfermedad celiaca, existe una reducción de un 52% de riesgo de desarrollarla en aquellos lactantes que están con LM al momento de exponerse a alimentación con gluten”

Síndrome de muerte súbita

“Respecto al síndrome de muerte súbita del lactante (MS), la LM está asociada con un 36% de reducción de riesgo, siendo ésta dosis dependiente. Es más, se ha calculado que más de 900 niños se salvarían por año en Estados Unidos de fallecer por MS, si el 90% de las madres amamantaran en forma exclusiva a sus hijos durante los primeros seis meses de vida”

Riesgos de no amamantar

Por otro lado en el artículo, además de aumentar los riesgos de todas las enfermedades anteriormente citadas, se destaca que el riesgo aumenta significativamente en estos casos concretos:

Alteración de la cavidad oral del niño

Debido a que el biberón interfiere con el correcto desarrollo de las funciones orales y de la musculatura de la cara y del cráneo, los niños que toman biberón tienen mucho más riesgo de: deglución atípica, respiración bucal, apiñamiento dental, mal desarrollo maxilofacial, caries, infecciones respiratorias, etc.

Alteración de la microbiota intestinal

La microbiota de los individuos juega un papel muy importante en la salud: inmunológico, metabólico, nutritivo y de protección.

En los bebés, la microbiota se comienza a formar en el parto (y de hecho el tipo de parto influye bastante en este tema) y seguidamente con la alimentación.

Se han encontrado bacterias de ma microbiota de la madre en su leche materna, por tanto los bebés que toman lactancia materna son conlonizados por la microbiota materna sin necesidad de hacer nada.

No ocurre lo mismo con los bebeś alimentados con fórmula.

“la microbiota adquirida en la infancia temprana es crítica para determinar la respuesta inmune y la tolerancia, y alteraciones del ambiente intestinal son responsables de la inflamación de la mucosa, de la patología autoinmune y de desórdenes alérgicos en niños y adultos”

Alteración de la oxigenación

Especialmente en bebés nacidos pretérmino en los que se ha visto que pueden tener más episodios de apnea, peor saturación de oxígeno y peor regulación de su temperatura corporal (algo muy importante en todos los bebés, pero especialmente en los pretérmino).

Estas son algunas de las razones por las cuales es tan importante difundir una y otra vez la importancias de la lactancia materna, que es sinónimo de salud y que literalmente salva vidas , especialmente en países en desarrollo.

Te invito si ya conocías estos beneficios a que circules esta información para que otras mujeres conozcan los beneficios de la lactancia y poco a poco se vaya expandiendo el mensaje.