Hoy quiero copiaros un testimonio que recibí hace unas semanas en mi correo electrónico.

Normalmente suelo recibir muchos e-mails de madres que se quejan de las recomendaciones de sus pediatras o de la atención que reciben de otros pediatras en urgencias (relacionado con la lactancia materna), pero este caso me ha parecido tan poco respetuoso que he querido ponerlo en conocimiento de todo el mundo (con el permiso de la autora por supuesto).


Hace ya algunos meses publiqué mi artículo “Los pediatras deberían ser asesores de lactancia” que provocó algún revuelo en la blogosfera maternal…pediatras blogueros incluidos. No pretendo con esto crear ningún tipo de polémica (todo el que conoce personalmente sabe que huyo de las polémicas como de la peste), pero sin embargo, considero que es mi obligación informar a las madres que dan el pecho de los posibles problemas con los que se pueden encontrar…y uno de ellos (desgraciadamente) es el de los pediatras poco informados y llenos de prejuicios sobre lactancia materna.

El testimonio es de una mamá de mellizos  a los que amamantó desde que nacieron y que estaba muy informada y convencida de su decisión…y aun así, un pediatra la hizo dudar y sentirse mal.

Aqui tenéis su mensaje:

Yo ya soy veterana, tengo un hijo de 31 años y ahora mellizos de 5 a los que sigo amamantando, bueno, ellos solos se sirven.

He tenido una lactancia maravillosa, un poco dura las primeras semanas, que fueron agotadoras, sobre todo por las noches, pero muy satisfactoria.

Me he suscrito a tu blog porque me interesa mucho el tema y también he tenido que oír de todo y sigo oyendo muchas tonterías, pero a estas alturas no me afecta en absoluto.

Mi anécdota me sucedió en el Hospital Provincial donde fui a puerta de urgencias para realizar un análisis de orina (tarea ardua con una niña pequeña que no quiere orinar cuando se supone que tienes que llevar la muestra al laboratorio).

Pues el pediatra de guardia, un señor que ya peinaba muchas canas se me descolgó diciendo que después de la barbaridad que acababa de escuchar (la niña seguía mamando a los 2 años) yo tenía que escucharlo a él.

Me callé por respeto a un familiar que trabajaba allí y me acompañaba, y empezó diciendo que a los hombres les gustaban sus mujeres con los pechos firmes y turgentes (me quedé anonadada, no podía reaccionar); siguió con que nos equivocábamos, que la leche ya no tenía propiedades.

Que cuando fuera mayor, a mi hija le gustaría que la confundieran con mi hermana (yo tenía entonces 49 años, bien conservados, pero dos y dos son cuatro). En fin, el cúmulo de despropósitos que siguió te lo puedes imaginar. Desde pronosticarme una descalcificación espantosa hasta una vejez terrible y reiterarme que me equivocaba de la misa a la media.

Cuando acabó le expliqué, supongo que sin éxito, que me había informado bien al respecto y que le diera el pecho o no a mi hija no iba a cambiar que seguramente me confundirían con su abuela antes que su madre o hermana.

En fin, que salí de allí indignada.

Aún así,cuando llegué a casa, volví a bucear en internet, en la OMS, sobre descalcificación y lactancia prolongada. Y claro, encontré de nuevo lo que ya había leído antes, pero me quedé más tranquila. Pero también estaba indignada y escandalizada pensando que si el sermón que me echó a mi se lo dirige a una mujer primeriza, joven e inexperta………….. que sigue sus consejos al pie de la letra, no quiero imaginar el impacto en esa persona que piensa que está haciendo algo grande por su hijo y resulta que el “médico pediatra” le informa de su craso error.

Efectivamente, tal y como dice esta mamá ¿qué pasa con las mujeres más jovenes o las primerizas o simplemente las mamás que confían en los profesionales sanitarios?

Yo misma confiaba a pies juntillas de lo que me decían los médicos hasta hace algunos años. Por algo ellos eran médicos y yo no ¿verdad?

Sin embargo, con el tiempo, mi experiencia como asesora de lactancia y mi relación con las madres lactantes, me he dado cuenta de que un médico no tiene por qué saber de todo. De hecho, sólo los pediatras realmente interesados en mejorar su formación y aprender cosas nuevas, están bien informados sobre lactancia materna.

No digo que debamos de poner en duda todo lo que nos diga un pediatra ni mucho menos…pero sí que debemos tener las ideas claras y no dar por bueno todo lo que nos diga una persona sólo por llevar una bata blanca.

Este pediatra del testimonio, no sólo estaba mal informado sobre lactancia materna (ya que tanto al OMS como la Asociación Española de Pediatría recomiendan dar el pecho al menos hasta los dos años y una vez alcanzado este tiempo, hasta que la mamá y el bebé lo deseen) sino que además utilizó un mito falso para ridiculizar a esta madre. Los pechos no se caen más por amamantar, es el cambio de peso, el cambio hormonal del embarazo y la edad lo que puede provocar la caida del pecho.

¿Y vosotros? ¿habéis tenido buenas o malas experiencias con vuestros pediatras?