Que en pleno 2019 con toda la evidencia científica acumulada durante años sobre el apego infantil, las necesidades de contacto de los bebés y del sueño infantil, se sigan publicando estas barbaridades me enfada mucho.

Que además, esta barbaridad se publique desde una institución pública “de renombre” como es el Hospital Niño Jesús de Madrid me asusta.

Porque eso indica, no sólo que nuestros profesionales sanitarios no tienen información CORRECTA sobre nuestros bebés, sino que la administración apoya estas medidas obsoletas y trasnochadas, sin ninguna evidencia detrás que considera que nuestros hijos hacen TEATRO cuando el cortisol se les dispara y lloran por la noche.

No señores, el insomnio no es la dificultad para dormirse sólo…¿de donde narices habéis sacado esa definición?

Los bebés mamíferos necesitan el contacto de su figura de apego para estar relajados (y van a dormir mejor cerca de ella), por tanto dar pecho para dormir, coger en brazos, portear o colechar son herramientas maravillosas, sencillísimas y casi gratis que podemos usar para descansar.

Según estos iluminados se deben dejar llorar 30 minutos de reloj antes de entrar a ver qué le pasa al bebé. Y una vez dentro, no se le puede coger ¡aunque haya vomitado! porque dicen que “algunos bebés vomitan del enfado”.

Hay que estudiar más antes de hablar.

Los bebés lloran y les sube el cortisol (que es veneno para el cerebro porque es neurotóxico). Como el cuerpo no puede soportar altos niveles de cortisol durante mucho rato, empieza a segregar sustancias calmantes como la serotonina para “autodrogarse”.

Gracias a la serotonina algunos bebés de duermen de tanto llorar (no se duermen relajados ¿eh? se duermen de angustia y porque su cuerpo ha decidido desenchufarlos antes de que tengan daños permanentes).

Pero esta serotonina combinada con el cortisol también provoca nauseas y vómitos involuntarios.

¿Así que después de dejar llorar a tu hijo durante media hora con el cortisol por las nubes, vomita y nosotros entramos en la habitación y SIN COGERLO le decimos “a dormir” y nos vamos?

Esto es un despropósito.

NOTA: la guía completa se puede descargar aquí.